El espíritu de este artículo se resume así: el reciente rally en la curva de yields originó un rewind de posiciones y claramente este mercado demencial se encamina a los niveles de mayo de 2013, o sea, pre-anuncio de QEIII - tapering. Conclusión: esta es una fiesta que nadie quiere culminar.
Es obvio a estas alturas resaltar la enorme influencia que la curva de yields estadounidense tiene sobre el mundo entero. Este último rally en renta fija del país que llevó a la 10yr al 2.45% tiene, en mi opinión, una enorme influencia bullish en el resto de los mercados. El último rally es la convalidación de un mercado que a pesar de saber que QEIII se termina en breve, descuenta a una Reserva Federal que seguirá defendiendo el entorno reflacionante por muchos años más al menos, por un lustro.
Si este es el caso, nada está caro aún cuando a uno se le venga el sabor de una burbujeante exuberancia tal como Greenspan solía aludir. Si la Fed de Yellen permanece en estancia acomodativa por cinco años más planchando la curva de yields, la percepción de liquidez regalada seguirá intacta con QEIII o sin ella, y con ello también una bajísima probabilidad de observar correcciones importantes en S&P por cuestiones fundamentales. Los mercados nunca operan largo plazo, por lo que nadie está mirando hoy las eventuales consecuencias que cinco años más de tasas planchadas puedan generar en la dinámica de los activos financieros. La miopía actual del mercado festeja la percepción de que Yellen llegó para no modificar en nada la estancia laxa a la que nos acostumbró su predecesor Bernanke.
La última vez que observamos a la 10yr en estos niveles fue octubre 2013, por lo tanto la curva de yields americana desarmó 8 meses de expectativas de tightening y empinamiento de curva y este no es un detalle trivial en el sentido que muchos mercados al ritmo de la curva de yields comenzaron a retrotraer sus niveles a los de octubre 2013 neutralizando lo que había sido un muy agresivo empinamiento de la curva con serias consecuencias en équities emergentes, bonos emergentes y monedas emergentes.
Como ejemplo podemos citar al real brasileño. Ante el anuncio de Tapering de Bernanke en mayo 2013 estaba en torno a 2.05. Cierra diciembre en 2.38 y desde ahí acompañó pari-passu el movimiento de la 10yr volviendo también a los niveles de octubre 2013 cotizando ahora en 2.22. Tampoco es casualidad que el équity emergente tan vapuleado y habiendo priceado tanto Tapering haya tenido una clara underperformance en estos últimos dos años. Sin embargo, desde inicios de 2014 claramente viene rindiendo más que el S&P, casi el doble reflejando nuevamente que los carry-trades tan rentables en el periodo Bernanke se han puesto claramente de moda otra vez.
El mundo entero ha decidido ignorar la mejora en la economía de EE.UU., ignorar el Tapering y LA eventual finalización de QEIII. El mercado festeja y descuenta una Fed muy dovish y lentamente estamos retornando a los niveles pre-anuncio inicial de QEIII - tapering en mayo de 2013. Todo es reciclable en este mercado, toda historieta va y viene, lo único que importa es asegurar un entorno infinitamente reflacionante y que las preguntas preocupantes no se las haga nadie, tal como sucedía en 2006, antes de que el mundo volase por el aire en mil pedazos.