Poco movimiento ofrecen en estas horas las divisas principales, con un mercado que se inclina claramente a favor del dólar.
Las novedades de la jornada, hasta ahora, pasan por las actas de las reuniones de política monetaria del Banco de Japón (BoJ) y el Banco de la Reserva de Australia (RBA). Ambos documentos muestran una preocupación de los funcionarios por el crecimiento de sus respectivas economías de cara al resto del año, y el efecto sobre sus divisas se hizo sentir a primera hora: el dólar australiano llegó a un nuevo mínimo desde mayo de 2009, y el yen cedió por debajo de 124, otra vez, para encaminarse a la zona de 125 próximamente.
Pero tal vez la nota más destacada del lunes fue la baja de las materias primas. Los cereales, puntualmente, cayeron en la víspera más de un 4%, así como el petróleo estuvo a punto de perder la cota de 50 dólares, para mantenerse apenas por encima de dicho nivel en estas horas.
Las acciones de las empresas petroleras, en especial las de los países emergentes, cayeron en gran forma el lunes en las bolsas locales, pero también en los papeles que cotizan en Nueva York. La impresión que queda, al cabo de un lunes muy difícil para estos países, es que el dólar está haciendo crujir a las economías que crecieron en los últimos años al amparo de una fuerte demanda de China, y de una moneda norteamericana que se tomó un largo respiro a fuerza de tasas bajas de la Fed.
Algunos países sudamericanos, como Brasil y Argentina, están atravesando circunstancias políticas que, sumadas a la baja del precio de las materias primas -principales fuentes de ingresos-, llenan de sombras su futuro inmediato.
Ha cambiado algo sustancial en los últimos días en el mundo? No precisamente. Pero es evidente que el clima de negocios se ha complicado en prácticamente todo el mundo, y que la Fed tiene la palabra ahora. Sus movimientos, extremadamente cuidados, responden a la certeza que tiene de que aumentando los tipos de interés empujará aún más al dólar al alza, y esto no sería del agrado del organismo, toda vez que afectará las exportaciones locales, y tendrá consecuencias duras para el resto de las economías.
Todo esto ocurre mientras los precios de las divisas principales se mueven en rangos de precios estrechos, sin datos, al menos el martes, que logren "sacudir" la nueva pausa en que ha ingresado el mercado.