La demanda del dólar subió el miércoles mientras los inversores esperan el resultado de la reunión de junio del FOMC. A pesar de que no hay duda de que la Reserva Federal aumentará los tipos de interés a corto plazo en otros 25 puntos básicos, lo que elevaría la banda objetivo a 1,75% - 2%. Los inversores se mantienen cautelosos en medio de las incertidumbres en relación a un posible cambio en las expectativas para la futura política monetaria. De hecho, los miembros del FOMC deben proporcionar previsiones económicas y financieras actualizadas.
De acuerdo con los datos oficiales, la economía de Estados Unidos tiene una base sólida: la inflación aumenta hacia la meta de la Fed del 2% y el PIB se acelera. Sin embargo, creemos que los miembros de la Fed no se adelantarán a ellos mismos y adoptarán un enfoque de precaución debido a que muchas incertidumbres permanecen.
En primer lugar, la Fed comenzó a reducir su gigantesco balance de 4,5 billones de dólares hace tan sólo unos meses y harán falta unos cuantos meses más para que se vean los efectos de esta reducción de la liquidez de dólares en el mercado. En segundo lugar, la mejora impresionante en el mercado laboral aún no se ha traducido en un aumento real de los salarios. A pesar de la mejora de los salarios nominales, el aumento de la presión inflacionaria ha erosionado las ganancias salariales. Sobre una base ajustada a la inflación, el crecimiento salarial de EE.UU. se redujo por segundo mes consecutivo en mayo, ya que aumentó sólo un 0,3% interanual, en comparación con el 0,4% interanual de abril.
Anticipamos que los miembros del FOMC indicarán un alza de los tipos adicional para este año, muy probablemente en septiembre, así como un ajuste moderado al alza de su pronóstico de crecimiento. La modificación de las expectativas de inflación debería ser más estética. En general, pensamos que los miembros de la Reserva Federal empezarán a considerar una trayectoria más lenta de ajuste dado que el efecto de la reducción del balance comenzará a surtir efecto.