Esto es una locura. El cambalache cabaretero en el que se ha convertido este bendito país papal. Si es que no llega la calma, ese remanso de paz que cualquier inteligencia coherente aspira por salud mental.
El bombardeo estadístico es brutal. La interpretación de los datos agregados, ajustados, proyectados y compensados por unos y por otros llega a la cúspide del esperpento electoral europeo por alzarse con otra representatividad más.
Y ahora "pisha" que viene la feria, viniendo de la semana santa, depsués el rocio, el puente del trabajador, después los santos y patrones que tanto veneran los fieles. Y sin acabar con el sol panzando en la playa ya estamos en el fervor estival. Festivales rockeros, atractivas playas, chiringos, tangas y el "hello mi arma que esto no se puede aguantar".
Y dice "¿quién de un cambio de modelo productivo?, y dicen que el inicio de la tendencia y la superación de la adversidad y el indicador de confianza que se pone en verde.
Jodo que taca chaval como diría cualquiera de esos que tienen quemada su generación.
Y a todo esto el mercado a punto de darse la vuelta. Aún no lo ha descontado como se suele decir. De alzas nada, posiciones bajistas en índices sectoriales representativos y monedas como el Euro. Vistas a medio y largo plazo claro. En el corto siempre hay fiesta y no refleja la realidad del asunto. "¿Te vienes pa la feria mi arma?"