Aún no lo es.Todos estamos a la espera de una decisión. Y no para que ganen unos y pierdan otros, sino para que gane España.
Haciendo un barrido electoral, todos parecen haber ganado. En realidad todos han perdido. El PP ha perdido votos y escaños para seguir liderando su gobierno.El PSOE también, incluso ha sido su peor resultado electoral en democracia con un líder opositor débil. Podemos no son la alternativa suficiente y necesaria que querían ser y Ciudadanos son la mitad de lo que los sondeos apuntaban, además, no son ni bisagra. Qué decir de Izquierda unida o UPyD, fracaso absoluto. Uno por desaparecido, el otro a punto.
Mirando el Ibex baja un 2%, seguirá bajando, ténganlo por seguro. La prima de riesgo sube y los inversores externos deshacen posiciones quienes las tenían y quienes valoraban tenerlas miran a otros lugares relegando a España en un país para no invertir a corto plazo.
La picaresca española ya está conformando espíritus para sacar tajada del prójimo para el suyo propio,ese que no pudo conseguir por sí mismo, y que ahora trata de compensar con las miserias del adversario.
España puede volver a ser una nación perdedora, esa que va al redil de los grandes y que antes mirábamos a la cara. España puede volver a caer en la tentación de mirarse el ombligo a la vez que pierde perspectiva de futuro.
Nadie se consolida y nadie es alternativa. Tampoco hay esfuerzos en reforzar debilidades políticas y económicas, y ahora que son latentes a ojos de pocos, acabarán por convertirnos unos años más en un lastre económico, político y social de nuevo, y otra vez sin himno y sin bandera. Qué desastre puede ser.