Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
Es la última semana de agosto y durante esta época del año los mercados están normalmente muy tranquilos. La mayoría de la gente está fuera disfrutando de los últimos vestigios del verano y pasando tiempo con sus familias antes de que comience el curso escolar. 2020 es un año como no ha habido otro, pero todavía debería haber menos participación, lo que significa rangos de negociación ajustados o brotes de liquidez bajos. El dólar estadounidense está muy sobrevendido frente a las principales monedas beta como el euro, la libra esterlina o los dólares australiano, neozelandés y canadiense. Con la expiración de las ayudas adicionales al subsidio por desempleo, la recuperación de Estados Unidos está perdiendo fuelle al descender la actividad manufacturera en las regiones de Nueva York y Filadelfia. Hay algunos eventos en la agenda de esta semana que podrían inspirar algunos movimientos entre las monedas, pero en general esperamos que el final del verano traiga ganancias para las posiciones cortas en dólares y operaciones tranquilas.
En cuanto al billete verde, la atención se centrará en el discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en Jackson Hole. Powell no tiene más remedio que ser cauteloso porque, a pesar de que los nuevos casos de virus en Estados Unidos se están estabilizando, los estadounidenses desempleados están recibiendo menos ayudas, lo que significa que las ventas minoristas se verán perjudicadas. Teniendo en cuenta que la Fed no tiene planes de subir los tipos de interés el próximo año, las previsiones de Powell no deberían influir mucho en el movimiento del mercado. En cambio, los inversores estarán más interesados en la posibilidad de alcanzar el objetivo de inflación. La inflación es baja y, si el banco central quiere impulsar las expectativas de inflación, Powell podría sugerir un objetivo específico para el deflactor del PCE. Las revisiones del PIB del segundo trimestre también están pendientes de publicación, así como los ingresos y gastos personales. Las cifras de julio deberían ser mejores, ya que se espera una mayor disminución del consumo en agosto.
El S&P 500 y el Nasdaq registraron máximos históricos gracias a los positivos titulares sobre la vacuna contra el coronavirus y su tratamiento. El rendimiento de los bonos de Estados Unidos también sube como reflejo del optimismo general que reina en los mercados. El USD/JPY sube un poco, pero el fortalecimiento del dólar va en contra de las demás monedas importantes. Aparte del índice trimestral de ventas minoristas de Nueva Zelanda, no se han publicado informes económicos importantes en las últimas 24 horas. El gasto de los consumidores de Nueva Zelandia ha descendido más de un 14% en el segundo trimestre, y aunque eso supera ligeramente las expectativas, sigue siendo el peor descenso de la historia y explica el bajo rendimiento del dólar neozelandés. Los dólares australiano y canadiense también se vendieron frente al billete verde, pero la divisa de Australia ha sido la moneda de mejor rendimiento frente al billete verde, mientras que la de Canadá ha ofrecido la peor actuación.
El EUR/USD, que se ha apartado del nivel de 1,1850, acapara la atención este martes con la publicación el informe del IFO alemán y de las revisiones del PIB del segundo trimestre. Aunque la confianza de los inversores ha mejorado, los PMI han bajado, señal de que la economía de la eurozona también está perdiendo fuelle. Esto sugiere que el informe del IFO alemán de mañana podría decepcionar, lo que podría convertir el retroceso del EUR/USD en una corrección más profunda. Los casos de coronavirus en Europa también están aumentando, ya que Alemania, Italia y España reportaban el viernes el número más alto de infecciones diarias desde abril. Al comenzar a reabrirse los centros escolares y con la llegada de la temporada de la gripe, la preocupación por una segunda oleada podría respaldar al euro.