Un buen trader es aquel que llega a conseguir beneficios de una manera estable en el tiempo, esto se consigue con años de aprendizaje. La ruta para ser médico, arquitecto o abogado está muy bien diseñada pero la de trader se plantea difícil y oscura. Con la ilusión de ayudaros en esta andadura, hemos resumido las etapas que solemos completar antes de alcázar la excelencia y definirnos como auténticos profesionales del trading.
Etapa de acercamiento:
El aprendiz de trader suele acudir a este mundillo por algún factor detonador; el amigo o familiar que le cuenta el pelotazo que dio comprando el gran chicharro del siglo, historias que cuentan los medios informativos, la película de Wall Street, una conferencia a la que acudió sobre bolsa que le hizo descubrir su pasión escondida…el caso es que se despierta nuestra curiosidad y actuamos en consecuencia. Este fenómeno se multiplica en épocas de bonanzas donde la bolsa ocupa las portadas de los principales medios de comunicación.
El aprendiz se cree capaz y, como decíamos en el artículo “La suerte del principiante existe”, suele acertar la primera o primeras operaciones, enganchándose a este mundillo y perdiendo el poco o nulo respeto que tenía.
Normalmente, comienza comprando acciones de nominal pequeño para tener más títulos en cartera, además te cuenta que son más baratas, aun no percibe otra idea debido a su escasa formación.
El gran problema de esta fase suele ser no poner el stop o modificarlos a medida que el precio se acerca. No suele ser capaz de cerrar la primera perdida y los más valientes que empiezan practicando con derivados se cargan la cuenta de una vez.
Muchos no pasan de esta fase y los que siguen adelante seguirán “jugando” y tendrán que soportar más de una quiebra antes de pasar a la siguiente fase.
Etapa de aprendizaje:
Es cuando descubres que no puedes acudir a la batalla de la cuarta guerra mundial con un tirachinas. Te das cuenta que es un amplio mercado donde compites con las mentes más privilegiadas, con los sistemas y herramientas más potentes. Comprendes que nunca estarás ni al nivel de información ni de equipos de las manos que controlan todo el sistema pero piensas que si entiendes su lenguaje y te mueves en consonancia, puedes conformarte con las migajas que van ofreciendo por el camino, que no es poco.
Entonces comienzas a leer libros, a realizar cursos, a implementar en una demo el último sistema que llego a tus manos, a realizar backtesting, acudir a conferencias, todo lo que haga falta en busca del santo grial, porque realmente piensas que existe un método infalible que nos sirve a todos y que en cualquier curso y cuando menos te lo esperes te llegara.
Pasas muchas horas probando indicadores y osciladores, optimizando lo optimizado y los backtesting cada vez mejoran más hasta que decides automatizar tus órdenes y realizarlo con dinero de verdad. De nuevo un nuevo fiasco, ese 85% de acierto que ofrecía tu sistema no llega y además acabas de superar el draw down que planteaba tus estadísticas. ¿Qué pasa?
Aquí se quedan de nuevo muchísimos aprendices, horrorizados por la pérdida de tiempo y dinero. Los que persisten entienden que de nuevo andan mal encaminados y que en medio de un sistema dinámico complejo no puedes buscar soluciones o patrones lineales, simples y perpetuos.
Etapa de maduración
Es cuando vuelves a empezar desde cero, amoldándolo a tu estilo y forma de pensar. Das mayor importancia a tu opinión que a los rumores de los demás. Porque a pesar de sentirte más perdido que nunca, en tu interior desarrollaste una habilidad que te ayudara a diferenciar las inversiones exitosas de las que no con cierta rapidez, es hora de escuchar a tu voz interior.
Se vuelve a la esencia, miras un gráfico en blanco y te muestra el camino no necesitas de todos esos indicadores y osciladores que no nos muestra nada más que lo que existe y ahora ves. Te centras mucho en tus emociones, en lo que te dicen tus tripas cuando operas, sabes que no se opera en momentos de furia ni de euforia porque pierdes el control, comienzas a gestionar y a investigas sobre psicología de trading porque descubres que podrías sacarte muchísimo más partido.
Lo bueno de esta fase es que no te preocupa muchísimo el momento económico en que se encuentre el mercado, puesto que sabes y has experimentado que se puede ganar tanto al alza como a la baja, solo es cuestión de saber cuándo hacer cada cosa. Podemos decir que ya no eres un inversor, más bien un especulador. A través de tus pantallas trabajas en cualquier lugar y moneda del mundo que te esté otorgando una mayor ventaja para ganar.
El mayor problema de esta etapa es que se realizan muchas operaciones, la mayoría acertadas pero el ratio ganancia perdida no lo tenemos muy bien estudiado. Nuestra cuenta de resultados parece una línea recta.
Etapa de excelencia.
En esta etapa cambian muy pocas cosas pero muy significativas, casi todas las mejoras giran en torno a la gestión de capital. Dejar correr los beneficios por muy lógico y absurdo que parezca es la parte más difícil del trading. Es el típico momento que todos definen como aburrido, eres tan mecánico y disciplinado que actúas por inercia. Una pérdida causa la misma reacción que una ganancia: ninguna.
Ha cruzado al fin, la línea que separa la teoría de la experiencia, esa que por mucho que se divulgue o se enseñe, nadie puede utilizar con la misma eficacia.
Y tú, ¿en qué fase te encuentras?