Existe un riesgo material de que Estados Unidos pierda su calificación de deuda soberana "triple A" si se repite el desacuerdo de 2011 acerca del incremento del techo del endeudamiento del país, según advirtió ayer martes Fitch. La agencia de calificación también indicó que España continuará afrontando el riesgo de una rebaja de calificación incluso si evita la necesidad de tener que pedir un rescate.
En cambio, señaló que Irlanda podría retornar a una calificación de triple A si se concreta un acuerdo para compartir la carga de sus deudas bancarias. A pesar del entendimiento logrado en diciembre por los políticos estadounidenses para evitar el denominado “abismo fiscal” de recortes de gasto público y aumentos de impuestos, el responsable de notas soberanas de Fitch, David Riley, dijo que la presión sobre el país norteamericano estaba aumentando.
“Si se repite la crisis por el techo de la deuda de agosto del 2011, colocaremos bajo revisión a la calificación de Estados Unidos. Habrá un riesgo material de que baje la calificación estadounidense”, dijo Riley en una conferencia organizada por la firma.
Fitch actualmente asigna a Estados Unidos su calificación más alta, la triple A, pero con un pronóstico negativo.
Standard & Poor’s ya disminuyó la nota de la economía más grande del mundo al bajarla a AA+ en agosto de 2011, lo que no parece haber ensombrecido el atractivo que los bonos estadounidenses tienen para los inversores. El mismo mes, el Moody´s cambió su pronóstico de la calificación de triple A a negativo y lo ha mantenido desde entonces.
Riley dijo que Estados Unidos no necesita el mismo tipo de severas medidas de austeridad que algunas economías desarrolladas están implementando, ya que el país sigue generando mayor crecimiento económico que otras naciones altamente endeudadas.
De todos modos, Riley advirtió que una repetición de la disputa interna del 2011 minaría la confianza en Washington.
“Es una preocupación que esas crisis autoinfligidas nos hagan tambalear cada seis meses hacia una nueva fecha límite”, manifestó.
“Esa incertidumbre sobre la política económica y fiscal es algo que no es característico de una (nota) triple A, y pensamos que está pesando sobre las perspectivas de crecimiento y recuperación”, continuó.
ZONA EURO
Respecto a la calificación de triple B de España, Riley dijo que los riesgos de que disminuya dependen de su capacidad para reducir el déficit, el costo de la recapitalización bancaria y, lo más importante, su comportamiento económico.
“Es la economía. Si en este momento del año próximo la expectativa es de una nueva contracción económica del 1,5 ó 2 por ciento y si el desempleo aumenta hacia el 30 por ciento, serán tiempo muy malos”, indicó Riley.
“Esos son los (elementos) propulsores, incluso si en ese entorno el país puede financiarse en el mercado ante la posibilidad de una intervención oficial”.
El Banco Central Europeo (BCE) se ha comprometido a realizar compras ilimitadas de deuda pública, un programa conocido como Transacciones Monetarias Directas, con el fin de apoyar a cualquier país de la zona euro que entre en el programa de rescate.
La promesa de respaldo ha ayudado a reducir el costo de los créditos para naciones endeudadas de la zona euro como España desde que la iniciativa fue anunciada por el BCE en septiembre.
Una encuesta a 162 inversores presentes en la conferencia mostró que el 57 por ciento esperaba que España pidiera un rescate en el 2013.
El escenario fue más positivo para Irlanda, que fue rescatada por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional en el 2010.