Este artículo fue escrito exclusivamente para Investing.com
El Índice del dólar ha estado consolidando sus recientes ganancias en torno al punto medio de la caída 2020-2021 durante las últimas semanas aproximadamente. Hoy, existe la posibilidad de que se produzca una ruptura, ya que los inversionistas esperan el último reporte de inflación al consumidor del año antes de la decisión sobre las tasas de interés de la Reserva Federal la próxima semana.
Se espera que el IPC haya subido al 6.8% interanual en noviembre o al 4.9% interanual en el frente subyacente, desde el 6.2% y el 4.6% respectivamente en octubre.
Un conjunto de cifras más elevado de lo esperado debería hacer que el billete verde suba con fuerza, ya que consolidaría las expectativas de que la Reserva Federal finalice sus compras de bonos en los próximos dos meses, antes de subir las tasas de interés en la primera mitad de 2022.
Dado que es probable que la Reserva Federal acelere el ritmo de reducción de las compras, mientras que la mayoría de los demás bancos centrales son relativamente menos agresivos, como el BCE y el Banco de Japón, esto debería mantener la tendencia alcista del índice del dólar intacta al menos durante un tiempo más.
Por lo tanto, espero ver una ruptura al alza de este patrón de consolidación triangular en los próximos días:
Si el dólar rompe este patrón de continuación, entonces, como mínimo, es probable que suba hacia el retroceso del 61.8% de Fibonacci contra todo el movimiento a la baja desde el máximo de 2020, en 97.73.
Si ampliamos la imagen, podemos ver que el índice del dólar también se encuentra en la mitad de su rango de 6 años:
Según el gráfico semanal, el hecho de que hayamos roto y permanecido por encima del nivel pivote anterior de 94.65 es un desarrollo alcista a largo plazo. Por lo tanto, aunque veamos cierta debilidad a corto plazo aquí y allá, el panorama técnico a largo plazo seguirá siendo alcista.
Por lo tanto, no me sorprendería que ahora viéramos un movimiento hacia el extremo superior del rango de 6 años, siendo el nivel de 100.00 el principal objetivo en este marco temporal, especialmente teniendo en cuenta cómo el DXY no ha podido mantenerse por encima de aquí en múltiples ocasiones.
Otra cosa que hay que observar en el gráfico semanal es que el índice del dólar ha tenido una tendencia a formar un mínimo o un máximo importante al principio (o en el primer trimestre) de cada año de los últimos 6. Como estamos llegando al final de otro año, hay que estar atentos a posibles formaciones de máximos en los próximos meses.
Aunque el dólar parece bastante alcista en estos momentos, respaldado por una Reserva Federal dispuesta a acelerar el tapering, es posible que veamos que las divisas extranjeras empiecen a mostrar más vida en los próximos meses a medida que entidades como el Banco de Inglaterra y posiblemente incluso el Banco Central Europeo respondan a las crecientes presiones sobre los precios en Europa.
Además, la economía estadounidense podría ralentizarse relativamente más rápido que la de la eurozona, después de su relativo rendimiento superior desde la recuperación impulsada por los estímulos desde el punto álgido de la pandemia. Con la probable subida de impuestos y el endurecimiento de la política monetaria, existe la posibilidad de que el dólar alcance pronto su techo.
Pero hasta que lo haga, los operadores centrados en el corto plazo deberían seguir operando en la dirección de la tendencia existente. Por el momento, la tendencia dominante sigue siendo la de comprar en las caídas del dólar. Con un número cada vez mayor de personas que compran el dólar, podríamos ver una fuerte continuación del impulso alcista en las próximas semanas, especialmente si los datos de inflación de los EE.UU. de hoy sorprenden al alza de nuevo y/o si la Fed decide acelerar el proceso de reducción de la producción la próxima semana.