Y es que el mercado está muy erótico ultimamente. Sube y baja sin una clara explicación teórico-práctica a la sazón de la metodología chartista, Dow, Ondas, fundamentales y todas aquellas doctrinas que quieran nombrar y poner en práctica.
El patio es un auténtico correcalles donde todos van detrás del balón y sin que nadie sepa dónde están ni el portero ni la portería.
Es evidente que el precio es el que manda, y sobre esto no hay duda alguna. Otra cosa es ver un volumen bajo de negociación, divergencias con marcados aires bajistas y con una sobrecompra bastante pronunciada. No existe una correlación con una marcada tendencia a tenor de las técnicas.
Tal como se menean los gráficos, cualquiera se atreve a predecir en el corto-medio plazo unos techos de referencia, que haberlos los habrá, pero igual son los de mañana o igual de aquí a una semana, y mientras, el precio oscila con mucho ruido y algarabía.
¡Viva San Fermín!