Llegamos al ecuador de la semana con bastante optimismo, a diferencia de como terminamos la pasada en la que nos encontrábamos en la situación opuesta a la que nos hemos quedado hoy miércoles. Así, si el viernes rebotábamos tras haber testeado el jueves soportes y habernos metido el miedo en el cuerpo, y con razón, el cierre de hoy nos deja a tiro de piedra de los 8.966 y del gap bajista que se nos abrió en septiembre entre los 9.004 y 8.888. Dormimos esta noche dentro de este nivel (en 8.950) y con muchas probabilidades de romper con la tónica de los últimos intentos. También en Europa hay que destacar que nos encontramos en una situación similar, con las resistencias de corto plazo a la vuelta de la esquina. Si nos fijamos en el último máximo de septiembre, tanto en el caso de DAX en 10.705, como el Eurostoxx en 3.063 o el CAC francés en 4.528, están a escasos puntos de ser superados.
Aunque esta situación ya nos resulta familiar, nunca hemos estado tan cerca como ahora, por lo que podríamos estar ante el ataque definitivo a las resistencias, aunque también es cierto que ya en alguna otra ocasión hemos salido escarmentados. Pero ahora, la decisión y fuerza con la que hemos subido, el volumen, que sin ser especialmente alto, si mayor que en sesiones previas, la perforación de la directriz bajista de corto y largo plazo y la superación del nivel de Fibo en 8.896, me lleva a pensar que esta puede ser le definitiva. Cerrar el hueco nos llevaría a alcanzar a los 9.000 y le daría enteros para irse a por el nivel de 9.135/55. Dentro de este escenario, parte de la culpa la tienen los grandes bancos, que han conseguido mantener su directriz alcista iniciada en julio y eso es un gran apoyo para el selectivo. De los otros grandes, Repsol (MC:REP) está disparada, Inditex (MC:ITX) tirando, Iberdrola (MC:IBE) aguanta y Telefónica (MC:TEF), de lo malo malo, no se ha despeñado. Si aquí hay fortaleza, todo es posible.