Los movimientos de última hora del viernes, y los primeros del lunes, auguran un alza fuerte del dólar para las próximas jornadas. Uno de los activos más emblemáticos, la onza de oro, cayó a mínimos de febrero de 2010 a primera hora, llegando a 1073 dólares, desde donde logró revertir pérdidas, para sostenerse apenas de 1100 dólares en estas horas.
El motivo principal parece estar en la alta probabilidad de que la Fed eleve sus tipos de interés en sus próximos encuentros de política monetaria. Dicha circunstancia, sin embargo, no tendría lugar antes de octubre, habida cuenta de que, pese a las especulaciones de los mercados de un movimiento en la reunión de septiembre, no parecen estar dadas las condiciones para que ello ocurra en esa oportunidad.
Las materias primas son, en este caso, las principales afectadas por el alza del dólar, y probablemente sean las monedas de los países emergentes las que más caigan en los próximos tiempos. En los últimos días, el dólar canadiense ha venido batiendo mínimos de varios años, y tocó 1,30 el viernes, con una alta probabilidad de que siga cayendo próximamente; el dólar australiano, ligado no solo a la onza de oro sino también a la evolución de la economía china, también en mínimos de más de cinco años, con el quiebre de 0,73 a punto de ocurrir. Y el peso mexicano, en mínimos históricos, a punto de perder la cota de 16 unidades por dólar.
Las monedas duras, en tanto, presentan un comportamiento dispar. El euro volvió a caer el viernes y se mantiene apenas por encima de 1,08 en estas horas, producto no solo del alza del dólar, sino -y más que nada- por las dudas que aún quedan de la cuestión de la deuda de Grecia, conflicto cuya resolución solo sirvió para ganar tiempo. De hecho, los bancos griegos han abierto sus puertas el lunes pero con limitaciones para extraer dinero, lo cual conlleva una falta de confianza en el sistema bancario local, y con la posibilidad de que se produzcan corridas.
La libra Esterlina, que se mantuvo a salvo de la embestida del dólar en los últimos días, también está a punto de caer. Sus gráficos de 4 horas muestran una figura de cambio de tendencia -doble techo-, junto con el quiebre de una línea alcista, por lo que no extrañaría ver a la moneda británica visitar la zona de 1,52 muy pronto.
El yen, por su parte, sigue por debajo de 124, y se encamina a nuevos mínimos de varios años si no cambia su tendencia, algo que aparece muy improbable.
La semana que se inicia no será la más pródiga en datos, y probablemente los precios se muevan más por rumores que por informes precisos. Pero sí brindará buenas oportunidades en las correcciones bajistas del dólar, muchas de las cuales, pese a la fortaleza de la moneda norteamericana, pueden tener lugar este mismo lunes.