La baja del euro en todos los frentes es la nota relevante en estos días en el contexto del mercado de divisas. Y esta semana luce importante para determinar si el rumbo de la moneda única se mantiene, como parece, rumbo a la paridad ante el dólar: el miércoles, el Banco Central Europeo dará a conocer su comunicado de política monetaria, con la posterior conferencia de prensa a cargo de su presidente, Mario Draghi.
El funcionario se ha mostrado, junto a otros ejecutivos del Banco, optimista respecto a los primeros efectos que está generando el plan de estímulo a la economía que se inició a principio de marzo pasado.
Los mercados también reflejan un buen clima, con máximos históricos en varias de las bolsas europeas, al tiempo que en algunos países con fuertes problemas en el empleo, como España, han mejorado, por ahora en forma modesta, las mediciones de dicha variable.
Parece prematuro afirmar que este momento de distensión se deba solo al plan mencionado. No hay que olvidar que la dirección que toman las acciones de Wall Street es seguida, en mayor o menor medida, por los papeles de todo el mundo. Y los índices neoyorquinos están también en momentos brillantes.
Precisamente, la marcha de la economía de Estados Unidos parece seguir un camino ascendente y saludable. El jueves pasado, la cifra de peticiones semanales de desempleo cayó, y cada semana, con alguna excepción, es menor la cantidad de personas que aplican para dicho subsidio.
Todo ello puede estar pesando en el ánimo de la Fed que, muchos especialistas especulan, podría incrementar sus tipos de interés en la reunión de junio, frente al pronóstico de otros tantos que ven como apresurada dicha probabilidad.
Lo cierto es que el dólar no deja de crecer, y aprovecha su buen momento para castigar al euro, que sin embargo podría detener su baja si las variables macro principales comienzan a dar buenas señales en el futuro próximo.
La libra Esterlina también cae, aunque en su caso la proximidad de las elecciones en Reino Unido está surtiendo efecto en los mercados. La moneda británica ha perdido su mínimo de 5 años el viernes, y si no logra recuperarse pronto, tiene destino en 1,42 incluso durante este mes de abril.
El yen, por su parte, inicia la semana también en baja, y pese a que se ha mantenido algo más fuerte que el euro y la libra en los últimos días, no ofrece en el corto plazo cambios de tendencia a su favor.
Si bien la semana tendrá gran cantidad de informes de Estados Unidos, que podría influir decisivamente a favor del dólar, el lunes no se conocerán cifras de importancia.