Parece que el orden y la norma firmada en el acuerdo europeo siguen en vigor. Grecia decidirá lo que considere para su bienestar futuro. Sea la línea de instaurar los puntos del programa electoral que hizo ganar al actual gobierno o la línea que marca el BCE y bruselas. Una u otra, el mercado aguarda la decisión definitiva. Cuanto más tarde, más flujo de capital escapa de la banca griega, de los propios griegos.
Grecia no está financieramente preparada para solventar la papeleta electoral. No es autosuficiente, necesita financiarse con restricciones de Europa. La tensión romperá la cuerda, y como señala Greenspan, Grecia más tarde o temprano saldrá del euro. Esto será una mala noticia para los griegos. La depreciación automática de la moneda ya hace que la fuga de capitales hoy sea del 20% del PIB.
Algunos predican una tercera vía, entre lo que marca Bruselas y el Gobierno griego. Imposible, creará precedentes y Alemania no está dispuesta a seguir pagando el derroche heleno. Dentro del sistema solo cabe una línea, y es la marcada por el consenso europeo, bajo las directrices que todos firmaron y acordaron para ser del club. Es la condición.
Ojalá encontraran la forma de financiar el gasto del país contando con Europa. Me temo que no existe tal, sólo sería posible en otro régimen que hoy es impensable, éste ya fracasó. Fueron los mismos pueblos los que reivindicaron ser capitalistas, el moderado obviamente.
Técnicamente, el EUR/USD y el Ibex-35 notarán la decisión final, sea converger o no. Movimientos tendenciosos se prevén.