En esto del trading y de la operativa intradía hay factores que no dependen del mercado ni directa, ni indirecta ni circunstancialmente.
En estas fechas de julio y las que llegarán de agosto, interviene una estacionalidad del operador en este estado vacacional que le lleva a someterse a un continuo despiste a la hora de tomar decisiones. La desconexión con el ritmo habitual y la escasa información técnica por parte de los medios en estas fechas hacen que el trading se vuelva un poco más trabajo a ciegas.
El calor, el entorno erótico-festivo, las concurridas playas,las puestas de sol más allá de las 22 y las siestas o posados griegos en los sofás familiares, no ayudan a ser trader aunque uno lo crea.
De nuevo aparecen variables en la larga ecuación econométrica del buen trader que más que depender de uno le vienen a uno sin ninguna capacidad de gestión, bien por adaptarse al momento o bien por no ser capaz de gestionar el entorno adverso y hostil si de verdad quieren tomar beneficios como en el resto del año.
Y así, una vez más, de nuevo, el mercado tan sólo sube y baja, siempre igual, y el climax social no ayuda a concentrarnos como traders, más bien nos convierte en meros zoquetes estivales apoderados por el tsunami vacacional aunque no sea el nuestro, y eso, no ayuda.