En medio de un clima tenso en los mercados, finaliza en la fecha la primera reunión del año de política monetaria de la Reserva Federal (Fed). Al cabo de la misma, como es habitual, se conocerá el comunicado oficial, con las decisiones tomadas.
Dado que no se esperan cambios en los tipos de interés, que permanecerán en un rango del 0,25 al 0,5%, la atención de los mercados pasa precisamente por dicho comunicado. Se descuenta que el mismo aludirá en forma expresa al creciente clima de incertidumbre creado desde inicio de mes, con la nueva crisis de la Bolsa de China, que fue seguida por un informe de PIB de ese país con cifras decepcionantes.
A la vez, el precio del petróleo, que se alejó de sus mínimos de 12 años el martes pero permanece muy débil, genera por igual ganadores y perdedores, siendo estos últimos los que más se hacen notar: los países productores ven como sus respectivas monedas caen ante el dólar sin pausa, a la vez que las empresas del sector ven peligrar su futuro de corto y mediano plazo.
Y con el coste de la energía atípicamente bajo, la inflación no es un problema a vencer. Ese razonamiento probablemente esté en la mente de los miembros del FOMC, que podrían extender el tipo de interés actual a los próximos encuentros de política monetaria. Sin embargo, si tardaron 7 años en hacer el primer movimiento, cuesta pensar que se quedarán así por mucho tiempo. La Fed, si bien es bastante clara en el sentido de que seguirá de cerca los acontecimientos, se fija planes de largo plazo que exceden las coyunturas.
El dólar llega a esta primera reunión de la Fed con un comportamiento mixto ante las divisas principales. El euro, tomado como refugio, se aleja de sus mínimos de 1,07, cuyo quiebre podría determinar una baja muy importante, buscando el mínimo de 2015 en 1,0461. La libra esterlina, tras una caída algo inesperada por su intensidad, se recupera, aunque sin retomar tendencia alcista: es probable que vuelva a caer en los próximos días, buscando la zona de 1,40. Y el yen algo más pendiente de la reunión del Banco de Japón (BoJ), prevista para el viernes, y que puede determinar una devaluación del mismo, tal vez no tan fuerte como la de octubre de 2014 (de 108 fue a 120 en pocos días), pero sí importante.
De modo que solo se trata de aguardar las 2.00 pm del este para conocer el comunicado -los bancos ya lo tienen y lo leen antes que Usted, no lo olvide-, y tomar acción. Nuestro pronóstico: no le espera al dólar el mejor de sus días.