La inflación es el aumento generalizado del precio de los bienes y servicios durante un periodo de tiempo, además es el término económico de moda durante el último año, no hay periódico ni noticiero que no hable de ella. Los banqueros centrales la han calificado de transitoria, y los gobernantes han culpado a Putin y Ucrania de ella, pero tenemos que remontarnos a los inicios de la pandemia COVID para entender que el mundo estaba viviendo sin inflación, los confinamientos llevaban la tasa a niveles negativos, incluso cuando los Bancos Centrales, habían puesto a trabajar sin descanso las máquinas de imprimir dinero.
El aumento de la oferta monetaria no ha tenido precedentes. EEUU decidió dar a cada americano que ganara menos de 250.000 dólares, 1.400 dólares cada mes. En Europa se empezaron a gestionar los fondos Next (LON:NXT) Generation. Cada zona económica aplicó una receta distinta para gestionar el parón económico que supuso la pandemia, incluso dentro de la Unión Europea.
Ahora nos encontramos que las diferentes zonas económicas al haber aplicado diferentes recetas tienen diferentes problemas. EE.UU. tiene una elevada inflación, pero como el crecimiento también es elevado la SEC está preparando subida de los tipos de interés y retrayendo dinero del sistema, para que cuando se encuentren en los primeros síntomas de recesión, se puedan volver a bajar los tipos y aplicar facilidades cuantitativas.
La Zona Euro tiene el problema de que como los fondos Next Generation se aplican de de manera burocrática, ya que los países frugales no quieren que los fondos acaben siendo malgastados por los manirrotos países del sur. Rusia antes del conflicto con Ucrania se dirigía hacia una estanflación. China y Japón se enfrentan a que no tienen mucho crecimiento, pero tampoco la inflación es preocupante.
Mi profesor de Teoría Económica me dijo una vez que la inflación no era mala, siempre y cuando fuera acompañada de crecimiento económico, durante años hemos visto la inflación China en niveles altísimos, pero como el crecimiento era de doble dígito no importaba mucho. No conozco ningún país que crezca sin inflación, es el mal necesario. No hay que olvidar que la otra cara de la moneda la deflación, es peor.
Por ese motivo pienso que debemos fijarnos en el crecimiento económico más que en la inflación. Y para el 2022 aunque EE.UU. vea ralentizado su crecimiento seguirá en tasas altas y aunque se dispare la inflación, la SEC ya se está preparando para cuando EEUU entre en recesión allá por 2023 o 2024. Japón y China se encuentran a la espera de una reactivación del comercio mundial, para crecer algo, y a la Zona Euro ni está ni se la espera, seguramente aplicará las recetas de EE.UU. de reducir el balance del BCE y subir tipos cuando empiece a haber crecimiento.