Generalmente escribo sobre estrategias de trading, ideas de trading, la temporada de ganancias, la evaluación y el escenario macroeconómico, entre otros temas, pero el análisis de hoy tiene un tinte más filosófico. Es sobre la innovación, la solución aparente a un viejo problema matemático, las acciones y el futuro.
La innovación no se está desacelerando
El ex cofundador de Paypal, Peter Thiel, es famoso por su cita en la que dice que la innovación se está desacelerando y que puede encontrarse "en algún lado entre una situación desesperada y la muerte", pero yo estoy en el otro bando, con Ray Kurzweil como líder, sosteniendo que, de hecho, la innovación se acelera.
Al analizar industrias tales como la de la energía solar, automóviles eléctricos, baterías, biotecnología, inteligencia artificial, impresión 3-D, comprensión del cerebro, etc., veo que la innovación se acelera al punto que impactará fuertemente a la sociedad en las próximas décadas. A corto plazo, se acelerará el número de personas que salen de la pobreza, así como la limpieza del medio ambiente.
Un ejemplo de innovación reciente es la tecnología de impresión 3-D. General Electric está utilizando impresión 3-D para crear boquillas de combustible en una sola pieza en lugar de ensamblar 20 partes diferentes. Como resultado, se obtienen boquillas de combustible más livianas y resistentes, lo que hace que los aviones aprovechen mejor el combustible y ayuda a las aerolíneas a reducir los costes. La impresión 3-D permitirá que las industrias diseñen componentes nuevos que antes no podían lograrse.
Ecuaciones de Navier-Stokes
Lo realmente bonito de la innovación y el capital humano es que, en la mayor parte, no se ven limitados por el capital, el trabajo y la política. Einstein no necesitó más que una mente brillante y un escritorio de madera para resolver los principales problemas del universo. Aun durante la Gran Depresión, los científicos e ingenieros inventaban miles de productos nuevos y resolvían problemas todos los días. La crisis actual no impedirá que los científicos de hoy inventen cosas nuevas.
De acuerdo con un artículo publicado en NewScientist hace un par de días, el matemático de Kazajstán Mukhtarbay Otelbayev pudo haber probado las ecuaciones de Navier-Stokes, que describen cómo modelar fluidos, tal como el flujo de aire sobre el ala de un avión al estrellarse contra un tsunami. El problema es uno de los siete Problemas del Milenio.
Hasta el momento, se han utilizado simulaciones por ordenador para proporcionar aproximaciones para los fluidos, pero aún no comprendemos bien el problema. Si Otelbayev de verdad resolvió la ecuación, se podría desencadenar un tsunami de innovación en la dinámica de fluidos, conduciendo a una mayor eficiencia en vehículos de transporte, generación de energía, fabricación química, transformación de polímeros, exploración petrolera, meteorología e investigación médica. Ya se imaginan.
Las acciones son la apuesta final por la humanidad
¿Por qué la innovación y las ecuaciones de los fluidos son importantes para las acciones? La innovación constante requiere asumir riesgos para que se pueda utilizar comercialmente. Estos riesgos necesitan capital accionario y ahorradores que deseen financiar los proyectos. Si alguno de estos negocios nuevos tiene éxito, las ganancias pueden ser astronómicas y los inversores de capital se ven recompensados. Históricamente, la rentabilidad ha sido mayor que los retornos más predecibles y menos riesgosos que ofrecen los bonos del Estado. Este margen también se conoce como prima de riesgo de las acciones. Es parte esencial del sistema capitalista que se recompense a los inversores por asumir riesgos.
El gráfico anterior muestra el rendimiento del S&P 500, excluyendo dividendos, desde 1927. El rendimiento está en escala logarítmica, por lo que en el salto de un número entero al siguiente se duplica el retorno total. No hace falta tener un doctorado en matemáticas para darse cuenta que apostar a las innovaciones del sector privado ha sido una buena apuesta. ¿Seguirá siéndolo en el futuro?
Mi opinión es que la innovación no se está desacelerando, sino que, de hecho, se acelera. Además, tenemos una economía mundial que está cada vez más integrada a través de la tecnología y el comercio. Por lo que no solo tenemos aceleración de la innovación, sino que también aceleración de las oportunidades de mercado, debido al crecimiento de la población y las economías más abiertas. Yo apostaría al largo plazo por las acciones porque creo en el futuro de la innovación