Después de unos años adquiriendo conocimientos de cómo funciona el trading, la mayoría de los traders todavía se ven perjudicados por el miedo en los momentos de acaloramiento. El miedo de repente acosa a todos estos conocimientos que son imprescindibles para tomar decisiones sólidas en el trading. En consecuencia, los resultados son inconsistentes, independientemente de los ajustes o cambios que se hayan aplicado para crear cierta disciplina externa. Al final, el trader se da cuenta que el problema no está ni en su metodología, ni en su sistema o en los mercados, a pesar de que todo había funcionado perfectamente durante la fase de simulación. El problema está en su cabeza, concretamente, en la manera de tratar o no tratar con el miedo.
Los traders excepcionales vienen equipados con una disposición emocional y mental muy diferente que la mayoría de las personas que se meten en este mundo. En realidad, prácticamente todos los traders altamente eficaces han cumplido con sus obligaciones y aprendieron a trabajar con sus emociones en vez de suprimirlas.
Cada persona individual está equipada con una herencia genética particular que le proporciona una ventaja en un ámbito concreto. Llevando el ejemplo hacia un lado extremo, también vemos esta ingeniería genética en la cría de perros para que tengan ciertas características. Esta ingeniería genética sencillamente no se puede aplicar a los seres humanos aunque esto no significa que no se realice una selección de rasgos. Aunque las personas sean más complejas, los rusos y los chinos han utilizado la expresión de características para conducir a jóvenes atletas prometedores hacia el éxito. Solo algunos traders han ganado la lotería genética para el trading, la gran mayoría tendrán que aprender a desarrollar una psicología apta. De lo contrario, las expectativas se echarán por tierra cuando haya dinero en juego.
La gran mayoría de nosostros somo fruto de ancestros cobardes y miedosos. Esos mismos que se escondían en las cavernas por temor a salir fuera a cazar animales más fuertes que él para poder comer, o aquellos que decidieron no luchar por conquistar o mantener. Obviamente, los que tenían valentía, eran fuertes, tenían temperamento y agallas acabaron por desaparecer en alguna que otra lucha, bien ellos o bien sus descendientes. Hoy día, raro es encontrar una condición genética fruto de líneas ancestrales luchadoras y ganadoras. Somos hijos, nietos, y tataranietos de aquellos que sobrevivieron por miedo a ir a luchar o a cazar leones para poder comer. Nuestros ancestros eran aquellos que salvaron sus vidas mientras otros la arriesgaban por traer comida y victorias a su pueblo. Por tanto, nuestra condición genética no puede ser otra que miedosa y conservadora, absolutamente nefasta para el trading.