Este artículo fue escrito en exclusiva para Investing.com
El primer semestre de 2020 fue una montaña rusa, y basándonos en las apuestas de opciones, el tercer trimestre podría resultar igual de volátil. En los últimos días se han realizado varias apuestas bajistas que sugieren que el S&P 500 podría descender alrededor de un 7% antes del final del trimestre. Al mismo tiempo, hay pruebas de que algunos inversores están apostando a que, a mediados de septiembre, el VIX podría más que duplicar su valor y volver a los picos registrados en marzo, ya que los temores en torno al COVID-19 se han apoderado de los mercados mundiales y la volatilidad registra máximos de más de una década.
Que nadie debería apostar por una corrección del mercado no debería ser una sorpresa, especialmente en vista de las ganancias del S&P 500 de casi un 20% en el segundo trimestre. Este significativo avance del índice fue bastante suave, sin mucha lucha por parte de los bajistas. Sin embargo, hay un montón de preocupaciones en el horizonte, tales como el aumento de los casos de coronavirus, que podría descarrilar el repunte fácil y rápidamente y algunos inversores se están preparando para esta eventualidad.
El 1 de julio, el interés abierto para el S&P 500 del 30 de septiembre alcanza un precio de mercado de 2.930 impulsado por 29.580 contratos. Por otra parte, pone un precio de 2.465 para la misma fecha de vencimiento impulsado por 29.333 contratos, mientras que la cifra del 30 de septiembre se sitúa en 3.230 impulsada por 29.373 contratos. El aumento del interés abierto fue el resultado de un margen de venta donde un trader compró las opciones de venta de 2.930 y 2.465 y vendió las opciones de compra de 3.215, basándose en los datos proporcionados por Trade Alert.
Las operaciones sugieren que una institución apuesta a que el S&P se encuentra por debajo de 2.930 antes o en la fecha de vencimiento. También supone que el índice no alcanzará el nivel de 3.215 llegada la fecha, tras la venta de opciones. En general, se trata de una apuesta bajista y sugiere que el índice caerá apartándose de su nivel actual en aproximadamente 3.130. También es posible que esta operación forme parte de una estrategia a través de la cual una institución está tratando de proteger su cartera contra un descenso significativo del S&P 500 en los próximos tres meses.
La volatilidad va a dispararse
Por otra parte, se ha producido un aumento sustancial en el comercio de opciones del VIX también. El interés abierto para las 70 opciones de venta del 19 de agosto fue de aproximadamente 9.138 contratos el 1 de julio, mientras que el interés abierto para las 80 y 85 opciones de venta del 16 de septiembre ascendió en 10.512 y 15.294, respectivamente.
Los datos de las opciones del VIX muestran que estas ventas se compraron, lo que significa que el propietario, o propietarios, creen que el VIX se mantendrá en, o por encima de, 70 llegada la fecha de vencimiento, frente a su nivel actual de alrededor de 27. Es efectivamente una apuesta de que la volatilidad aumentará dramáticamente en los próximos dos meses, y eso podría significar que los mercados de acciones descenderán.
El VIX sólo se ha situado por encima de 70 durante dos períodos en sus casi 30 años de historia: en las profundidades de la crisis financiera 2008/2009 y en marzo de este año, cuando la propagación del coronavirus comenzó a acelerarse en Estados Unidos.
Riesgos en el horizonte
Hay un montón de razones para que un trader o institución puede colocar estas apuestas bajistas o posiciones de protección, especialmente dado el importante avance del S&P 500 apartándose de los mínimos de marzo, actualmente en torno a 20 veces las estimaciones de ganancias de 2021, registrando máximos históricos.
Además, los casos de coronavirus vuelven a estar en aumento, y a pesar de que muchos estados reanudan la actividad y generan empleos, hay muchos riesgos; a medida que aumentan los casos, los estados están tomando medidas para tratar de controlar la propagación del virus. Puede que los inversores se estén protegiendo ante la posibilidad de que se impongan más restricciones para frenar la propagación del virus, lo que podría obstaculizar la recuperación económica.
De cualquier manera, el S&P 500 ha registrado un tremendo movimiento al alza en el segundo trimestre, así que un retroceso —junto con cierta volatilidad— no sólo es natural, sino que podría ser saludable para la viabilidad a largo plazo de la recuperación.