Pasé toda mi carrera operando con cuentos de papel, cosas que no existen y me encanta hacerlo. Ojo no reniego de esto, pero, por ejemplo: ¿alguna vez vieron a un CDS caminando por la calle, en el autobús o en el metro?
Todo lo que operé en mi carrera es fruto de historietas que se escriben una y otra vez, a veces historietas “bullish”, luego “bearish”, después “hawkish” y finalmente “dovish”, pero en última instancia siempre historietas de papel.
Hubo un tiempo en donde el yen era una máquina que se apreciaba interminablemente que lo vio operar en 75 contra el dólar, hoy sin embargo lo hace en 120. Y así podría seguir con una lista interminable de cuentos de papel con vaivenes que siguen el ritmo novelesco de turno, con un euro que alguna vez lo vimos en 1,60 para hoy especularlo al 1,15; con un oro que imparablemente se encaminaba a los 2.000 cuando, hoy lo hace por debajo de 1.500, todo es altamente reciclable una y otra vez.
Y en este entorno, durante estas últimas semanas para los que me leen frecuentemente, quedó claro que estuve insinuando que, dada las correlaciones en general positivas que han exhibido las materias primas con el euro en los últimos años, una depreciación adicional de la moneda europea bien podría poner una enorme presión bajista a todos los commodites.
Queda claro que mi mente de “especulador de historietas” tiene una peligrosa tendencia a funcionar en una sola dimensión: “lo monetario”. Sin embargo, como hace muchos años que dejé de comer vidrio, conversé largo y tendido en estos días con un ex-colega, gran amigo y trader profesional de commodities para que me diera un baño de realidad microeconómica, lejos de la macro.
Me decía: “ojo, Germán, las materias primas, a diferencia de las cosas que tu sigues, no sólo descuentan lo monetario, también hay una oferta y una demanda bien real que sienta bases microeconómicas que en última instancia también afecta precios. No es sólo el QE de EE.UU., de Japón o el probable de Europa, hay mucha dinámica microeconómica que probablemente genere una estabilización automática que bien podría significar el quiebre de correlaciones muy robustas observadas desde el 2008”.
OK! dije, soy todo oídos, sigue hablando…..que tomo nota. Lean de nuevo este párrafo. Gran parte del P&L de 2015 bien puede jugarse en esta dimensión. Cuando mucha manada está hablando del colapso del petróleo, euro y materias primas en general, hay otros que en silencio están olfateando otra cosa que probablemente no sea inminente pero que tenga la oportunidad de aflorar en algún momento de 2015.
A diferencia de otros activos, las materias primas no pueden bajar indefinidamente. Hay ciertas commodites que se están acercando a la zona de break-even o sea, bajan un cacho más y cierto grupo de productores deberá salirse del mercado simplemente porque producir genera pérdidas.
Este proceso bien podrá actuar como estabilizador automático de precios en 2015 y debilitar potencialmente la correlación del último lustro con el dólar.
Recordemos que a las materias primas empezaron a pegar desde el final de 2011 y que la debilidad de las commodites lejos está de ser algo nuevo y específico de 2014, tiene una larga historia y se remonta al periodo en donde el dólar abandonó su tendencia de debilidad de largo plazo (finales de 2011 que, entre otras cosas, marcó el máximo del oro).
Si este es el caso, las fuerzas microeconómicas ya están comenzando a operar en varios grupos de materias primas y de esta forma, la retracción de oferta bien podría poner un freno a esta dinámica de debilidad generalizada en commodites generada por aspectos estrictamente monetarios.
Entonces, ¿podrá en algún punto la retracción de oferta quebrar la clara correlación negativa que existe entre materias primas y la fortaleza del dólar? Aún con un Banco Central Europeo en pleno QE durante 2015, ¿podrá frenarse la venta masiva de commodites debido a un ajuste de oferta que apunta no a un aspecto macro (QE) sino a una dinámica estrictamente relacionada a lo microeconómico (oferta y demanda especifica)?
Les dejo con una última tanda de preguntas: ¿Qué tal si 2015 nos sorprende con un quiebre abrupto de correlación y nos muestra a las materias primas inmunes al QE europeo como consecuencia de ajuste en sus respectivas curvas de oferta? ¿Habrá llegado el momento de estar largos en commodities y cortos en el S&P 500 o en el euro?
Tengo la formidable sensación de que 2015 será un año que operará mucho más a los fundamentos y lejos de este embole crónico que es el QE. Desde 2008, los mercados se olvidaron de operar fundamentales, ¿será 2015 el año de volver a una dinámica olvidada en el último lustro? Me imagino 2015 y ya se me hace agua la boca.