Las Minutas de la reunión de política monetaria de la Fed de fines de enero fueron claras: los tipos de interés quedarán por un tiempo más muy bajos, entre el 0 y 0,25 actual.
Esa es la conclusión luego de que los miembros del FOMC, el órgano de la Fed que se encarga de la cuestión, se mostraran algo preocupados por la probabilidad de aumentar la tasa de interés desde los valores actuales, cuando los mismos consideran que la meta de inflación necesaria para una medida de esa naturaleza recién será alcanzada en 2017.
La cautela volvió a primar en la Fed, y la impresión que queda es que los oficiales de la misma temen cambiar el status quo actual que le ha permitido a la economía norteamericana salir de una terrible recesión primero, y recuperar en gran forma el mercado laboral y el de la construcción, aunque aún quede en deuda el consumo de bienes y servicios.
El FOMC destacó expresamente la fortaleza de la variable del trabajo, que ofrece sus mejores cifras en muchos años, aunque no pasó por alto el conflicto de Grecia con sus socios del Eurogrupo.
El dólar, que se había mantenido sin cambios durante gran parte del día, cedió posiciones apenas conocido el comunicado. Al margen, qué rápido leen los bancos los comunicados, verdad? Hasta parece que los tuvieran desde antes de tiempo, lo cual atentaría contra la transparencia de los mercados.
Ironías aparte, la moneda norteamericana podría comenzar a sufrir la circunstancia de que el valor del dinero se mantendrá sin cambios durante gran parte del año, si no durante todo 2015. Sin embargo, no significa que vaya a caer en forma significativa ante las divisas principales, cada una de las cuales exhibe dificultades propias para salir de sus bajas importantísimas de los últimos meses.
Por caso, el euro no termina de escaparse de sus mínimos de 11 años que tocó a fines de enero, al cabo de las elecciones en Grecia. Solo la superación de 1,1530 podría darle algo de impulso a la moneda única, aunque el inicio del plan de estímulo a la economía en marzo, por parte del Banco Central Europeo, por unos 60 mil millones de euros mensuales, presionará fuerte sobre su valor.
El yen sigue en medio de una devaluación impuesta por el Banco de Japón a fines de octubre pasado, que si bien no ha brindado grandes resultados, ha servido en parte para que la economía local brindara cifras positivas en su PBI en el cuarto trimestre.
Y la libra Esterlina trata de recuperar posiciones luego de su severa baja de los últimos meses. La probabilidad de que en 2016 sean incrementados los tipos de interés del Banco de Inglaterra y una mejora del mercado laboral en Reino Unido le están dando fuerza a la libra, en un impulso cuyo alcance es aún prematuro predecir.
En ese contexto, deberían cambiar muchas cosas para que el dólar pierda en forma sustancial. Aunque, por lo visto, dejará al menos de crecer con la fuerza que lo ha hecho desde mediados de 2014.
Las acciones de Wall Street festejaron también el comunicado de la Fed. Las tasas bajas ayudarán a estirar un rally que, al menos hoy, tiene un objetivo por encima de los 18300 puntos antes de cambiar parcialmente de dirección.
El jueves aparece como un día de buena actividad y movimientos para las divisas principales. A las 7:30 del este se conocerán los detalles de la última reunión de política moentaria del Banco Central Europeo, que impactará de lleno en el euro; a las 8:30 se esperan las peticiones semanales de desempleo, seguidas del índice de la Fed de Filadelfia, a las 10:00.