- Se espera que la Fed suba los tipos de interés en al menos 75 puntos básicos esta semana
- El BPI (ELI:BBPI) insta a los bancos centrales a adelantar las subidas de tipos para frenar la inflación
- El BCE se ve presionado tanto por los tipos como por la restricción cuantitativa
El pánico podría ser una palabra demasiado fuerte para describir lo que está impulsando a los responsables de la política monetaria de los bancos centrales, pero no por mucho.
Las previsiones sobre el índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos no cumplieron las expectativas, ya que el índice subió un 0,1% en el conjunto del mes cuando los economistas esperaban que bajara. Ahora los analistas han cambiado su predicción de la subida de tipos de la Reserva Federal esta semana de 50 a 75 puntos básicos a al menos 75 puntos básicos, ya que aumentan las {{fr||expectativas}} de que podría ser un punto porcentual completo.
La subida del IPC general fue tan pequeña sólo por la fuerte caída de los precios de la energía. La tan preciada inflación subyacente —que excluye los molestos elementos volátiles como los alimentos y la energía— ha subido en realidad un 0,6% en el conjunto del mes.
Junto con una gran subida en esta reunión, los inversores esperan ahora que la Fed siga subiendo los tipos hasta que pueda demostrar que tiene la inflación bajo control.
Una subida de 75 puntos básicos esta semana elevaría el objetivo de los fondos de la Reserva Federal a un rango de entre el 3% y el 3,25%, mientras que los contratos de futuros sugieren ahora que los tipos de interés oficiales podrían superar el 4% a finales de año, lo que implica nuevas subidas considerables en las dos reuniones restantes del Comité Federal de Mercado Abierto a principios de noviembre y a mediados de diciembre.
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) —conocido como el banco central de los bancos centrales— intervino el lunes para defender las subidas de tipos de Estados Unidos y otros países, aunque corran el riesgo de provocar una recesión.
Claudio Borio, economista jefe del BPI, ha instado a los bancos centrales a seguir subiendo los tipos con fuerza. "La anticipación tiende a reducir la probabilidad de un aterrizaje forzoso", explicaba en la revisión económica trimestral de la institución con sede en Basilea.
Philip Lane, economista jefe del Banco Central Europeo, dijo la semana pasada que harán falta más subidas de los tipos de interés oficiales del BCE tras la subida de 75 puntos básicos a principios de este mes. Europa se encuentra aún más apurada que Estados Unidos por la inflación, ya que la espiral de los costes energéticos amenaza con paralizar las economías y asfixiar los hogares.
Lane fue uno de los miembros prudentes que restó importancia a la amenaza de la inflación durante meses, por lo que su reconocimiento de que serán necesarias nuevas subidas es una señal importante.
La Fed empezó antes con las subidas de tipos y ha sido más agresiva, poniendo a otros bancos centrales a la defensiva, ya que las subidas provocaron un aumento del valor del dólar en los mercados de divisas. La apreciación del dólar exacerba la inflación en otros países porque gran parte del comercio mundial se realiza en moneda estadounidense. Cuando otras monedas caen frente al dólar, sus importaciones se encarecen.
Otras monedas importantes, como el euro, la libra esterlina y el yen japonés, han caído frente al dólar, presionando a esos bancos centrales para que sigan la estela de la Fed. Incluso la moneda china atravesó un importante umbral cuando el dólar superó los 7 yuanes la semana pasada. El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, ha subido un 14% en lo que va de año.
El posible impacto de la restricción cuantitativa acaparar más y más atención a medida que los bancos centrales comienzan a frenar su reinversión de los ingresos de los bonos que expiran, retirando liquidez del sistema financiero. La Reserva Federal ha estado retirando 47.500 millones de dólares de los ingresos por vencimiento desde junio y este mes la cifra ha aumentado hasta 95.000 millones de dólares, mientras reduce su balance de 9 billones de dólares.
El BCE se enfrenta a un reto similar, ya que aumenta la presión para que reduzca su balance de 8 billones de euros. El Banco Central Europeo también va a la zaga de la Reserva Federal en este aspecto. Su presidenta, Christine Lagarde, dijo en la última reunión de política monetaria que sería prematuro hablar de restricción cuantitativa, pero aumenta la presión para que se empiece a hablar al menos de ello en la reunión de octubre del Consejo de Gobierno.
El Banco de Inglaterra está recibiendo cada vez más críticas por reaccionar con demasiada lentitud ante la inflación. El Comité de Política Monetaria retrasó su reunión prevista para la semana pasada debido al periodo de luto por la reina Isabel II, pero se espera que suba los tipo de interés bancario en al menos 50 puntos básicos esta semana, y algunos analistas esperan una subida de tipos de 75 puntos básicos.