En cinco años, Uber ha pasado de ser una start-up problemática a convertirse en un actor clave del sector automovilístico a nivel mundial. Pero nuestra obsesión por poseer coches sigue siendo tan fuerte como siempre.
En cinco años, Uber ha pasado de ser una start-up problemática a convertirse en un actor clave del sector automovilístico a nivel mundial. Pero nuestra obsesión por poseer coches sigue siendo tan fuerte como siempre.