Perdonen el poco ingenio del título, quizá porque sea viernes o las horas taurinas.
¿Saben aquellos que entretienen a los niños mientras los padres no saben qué hacer con ellos? Los llamados cuentacuentos tienen su reputación, sea porque evaden a los padres durante algunas horas del cargo de los críos, bien porque los hay buenos de verdad. Lo cierto es que no dejan de ser cuentacuentos, pero a diferencia de los cuentistas no son creadores de historias, simplemente, cuentan lo que otros inventaron.
Algo así sucede o viene sucediendo de forma agresiva en los últimos tiempos en el llamado fenómeno trading español.
Existe un nuevo perfil en el circo bursátil, el cuenta-trader, que simplemente relata lo que sucede en el mercado sin más. Algo así como un presentador de un noticiario al leer el teleprompter.
Que debe de haber cabida para todos es fundamental, pero no sean ingenuos, a este paso su abuelo mañana se va a subir al barco pensando que es un trader y no es más que un cuenta-trader.
A veces conviene decir las cosas como son para no perder la perspectiva de lo que somos y de lo que podemos hacer.