La volatilidad de los tipos de interés sigue repuntando mientras los datos de inflación mixtos y la orientación de los bancos centrales se vuelve más importante. En ninguna parte esto se hace más evidente que dentro de la Fed. Los mercados apostaban todo a la declaración pública de los miembros del FOMC la semana pasada.
A un lado del espectro se encuentra la expectativa de que las condiciones más ajustadas del mercado laboral impulsarán la inflación (creencia pura en la curva de Philips (AS:PHG)). La otra expectativa es que la actividad cíclica ha tocado techo y una lectura débil indica un debilitamiento económico generalizado. Lo que es interesante y clave, desde nuestro punto de vista, es que ningún orador sugirió esperar más allá de 2017 para comenzar las reducciones del balance. El amplio espectro de opiniones sobre los datos de Estados Unidos había dado lugar a una operación sin dirección del USD.
Sin embargo, la caída de los precios del petróleo ha inclinado la balanza de los precios, presionando a la baja, pero permitiendo que las acciones tecnológicas tengan un rendimiento superior, conduciendo los mercados de valores de EE.UU. al alza. Mantenemos nuestra opinión de que la Fed elevará los tipos de referencia de los mercados otros 25 puntos básicos en diciembre, pero dará más detalles sobre su proceso de reducción del balance general en septiembre.
La Fed se verá gradualmente demasiado debilitada para ajustar mediante la reducción del balance general en lugar de las tradicionales subidas de los tipos de interés.
Sin embargo, es poco probable que se mantenga la fortaleza desenfrenada del USD frente a las monedas del G-10 dado que los índices PMI europeos seguirán mostrando un crecimiento más rápido del PIB. El BCE considera que este desarrollo es una oportunidad para avanzar con su estrategia para salir de la política monetaria de emergencia (incluyendo la disminución de la cantidad de activos adquiridos mensualmente).
A pesar de que los datos de la inflación no han mejorado de manera significativa, creemos que un anuncio clave tendrá lugar en la reunión del BCE de septiembre. En el corto plazo, los operadores estarán observando los datos entrantes para definir la dirección del USD. Los pedidos de bienes duraderos de hoy deberían disminuir ligeramente hasta el -0,6%, dado que los informes sobre la producción industrial muestran un descenso en la fabricación de bienes duraderos. Lo más destacado de la semana será el PIB del jueves, los ingresos y gastos personales del viernes más el índice PCE.
Por último, mientras que la política se aferra a los titulares y genera presión sobre los mercados de divisas a corto plazo (se puede elegir entre las investigaciones de Rusia, la derogación del Obamacare o el potencial estímulo fiscal de Trump), para conocer la dirección hay que seguir de cerca la política monetaria de la Fed.