Después de una breve recuperación respaldada por la especulación sobre la escasez de suministros, el petróleo crudo se estrelló. El WTI experimentó su mayor caída diaria desde 2017, a medida que llegaban las noticias sobre el aumento de la oferta. Las negociaciones entre la OPEP y los productores fuera del cártel se han movido más rápido de lo esperado, pero la mayor sorpresa fue el compromiso de Arabia Saudita para "trabajar con los principales productores y consumidores dentro y fuera de la OPEP para mitigar los efectos de cualquier escasez del suministro".
Sospechamos que los productores planean elevar marginalmente los límites de producción. Mientras tanto, los inventarios de Estados Unidos aumentaron por su decimocuarta semana. En resumen: no se puede confiar en los precios del petróleo para respaldar el crecimiento y, por tanto, las valoraciones de las monedas vinculadas a las materias primas.