No cede el alza del dólar, y más aún, se profundiza en todos los frentes, en una sesión europea muy movida, y con perspectivas similares para el horario americano.
En la víspera, una fuerte caída de las acciones principales en Wall Street, cuyo índice más representativo -Dow Jones- perdió las ganancias de todo el año, parece poner las cosas en su lugar, acompañando de este modo la baja de las divisas líderes.
Los mercados anticipan una probable decisión de política monetaria de la Fed, cuyo próximo encuentro está previsto para la semana próxima, si bien su titular y algunos de sus miembros ya han pedido paciencia a los mercados, antes de ofrecer un alza de tipos de interés.
En este contexto, con un dólar que acelera cada día buscando máximos de varios años en prácticamente todos los cruces principales, cada divisa sufre un castigo de distinta intensidad, en función de su propia realidad.
Así, el EUR/USD llega, una vez más y por varios días consecutivos, a nuevos mínimos de 12 años; en la fecha, y por el momento, dicho mínimo se sitúa en 1,0559, aunque el mismo luce fácilmente vulnerable para las próximas horas.
Es cierto que la moneda europea aparece muy sobre vendida en todas las temporalidades, sobre todo en las que se utilizan para la operatoria intradiaria; pero también lo es que los movimientos bajistas de la misma se aceleran en cuestión de minutos, por lo que es sumamente riesgoso tomar posiciones alcistas en dicha moneda.
La baja de la fecha responde en forma directa a la presentación de Mario Draghi, titular del Banco Central Europeo (BCE), en Frankfurt. El funcionario expresó que el plan de estímulo a la economía, anunciado varios meses atrás pero que solo el pasado lunes tuvo su inicio real, buscará estabilizar un índice de inflación que por ahora es muy bajo, y que dicha política podría evitar a su vez que el problema de Grecia, aún latente y con alto riesgo para los próximos meses, se contagie a otros países de la eurozona.
Draghi se muestra más optimista que de costumbre; la colocación de miles de millones de euros en el circuito, a través de la compra de bonos, sin dudas mejorará en los próximos meses la situación de la eurozona, sobre todo en los países del sur, muy afectados en materia laboral y de PBI.
A la vez, ve como el euro se desploma, con un objetivo cercano a la paridad ante el dólar, por ahora algo lejano en puntos, pero no se sabe si en tiempo: la divisa única perdió en este primer trimestre de 2015 más que en último trimestre de 2008, cuando en plenas crisis financiera internacional las monedas líderes se desplomaron sin más.
El resto de las divisas "duras", acompañan el alza del dólar, y en parte la baja del euro. El franco suizo, que una vez más aparece anclado al euro en los hechos aunque no por decreto del BNS como hasta enero pasado, ya perdió la paridad ante el dólar, y se encuentra a centavos de su mínimo de esos días, en los cuales se generó un descalabro financiero por la revaluación de aquel.
El yen detuvo su baja, aunque mantiene una dirección bajista de largo plazo cuyo objetivo se sitúa en la zona de 123,50/124 unidades, en tanto las monedas vinculadas al petróleo, que vuelve a caer y quiebra una débil dinámica alcista que traía desde mediados del mes pasado, caen a mínimos de varios años en el caso del peso mexicano, y de varias semana en cuanto al dólar canadiense. El objetivo del Loonie para los próximos días aparece en 1,30.
No se esperan datos importantes para la sesión americana, aunque las acciones de Wall Street están en los titulares de los portales de finanzas. Una baja como la del martes podría dar lugar a una fase de pánico en las plazas financieras centrales, con un contagio inmediato al resto del mundo.