Una vez más, Grecia está en ojo del huracán. Pero la situación se agrava porque la posibilidad de que abandone el euro, nunca fue tan tangible.
Al menos la mitad de los gobiernos de la eurozona así como bancos y empresas grandes europeas, están haciendo planes de contingencia para el caso en que Grecia decida salir del euro, aunque la opción preferida por todos es que esto no pase.
¿Qué grandes implicancias tendría la salida de Grecia del euro? ¿Por qué querría Grecia salir del euro?
Grecia está interesada en salir del euro por dos motivos:
1. Para seguir en el club del euro, tiene que cumplir un montón de recortes en gastos que le exigen. ¿Por qué? Porque si no cumple estos recortes, no le prestan plata para que pueda pagar su bonos (que son en euros).
2. Ahora bien. ¿Por qué le ha costado originalmente pagar sus bonos? Principalmente porque con el euro, Grecia se volvió cada vez menos competitiva y pudo vender cada vez menos. Esto impactó en su crecimiento. Y sin crecimiento no puede generar dinero para pagar sus deudas.
Esta encrucijada es muy similar a la que atravesó Argentina en diciembre de 2001. En aquel entonces, el FMI imponía más y más restricciones (que sólo profundizaban la caída del PBI) para prestar plata al país para que pagara su deuda.
La situación hoy en Grecia es simplemente un calco. Casi idéntica.
¿Por qué digo casi idéntica? Porque si a Grecia no le prestan plata, no va a pagar su deuda. Y acá la novedad: Grecia puede también decir “no quiero que me presten nada, porque no acepto esas condiciones” (ya que esas condiciones complican el nivel de empleo y son muy impopulares).
¿Cuál es la escapatoria de Grecia? Salir del euro, volver a su moneda anterior (la dracma) y automáticamente defaultear su deuda. El 17 de junio hay elecciones en Grecia y la posibilidad de que gane un partido que termine tomando esta decisión, es muy cierta.
¿Qué pasaría entonces? Nadie quiere siquiera imaginarlo. Pero por lo pronto una combinación de las siguientes cosas:
1. Los bonos griegos que tiene el Banco Central Europeo como garantía para préstamos, pasan a no valer nada. Este es un tiro “directo al corazón” como diría Luis Miguel.
2. Los bonos de países en situación “no tan diferente” de Grecia como España, caerían aún más de valor (esto haría subir dramáticamente los costos de refinanciación, que es otro tiro de gracia). (Fatality – MK)
3. Los bancos que tienen bonos de España, Grecia, Italia y Portugal, tendrían pérdidas gigantescas (muchos podrían quebrar).
4. Se daría una fuga automática de los depósitos de los países débiles de Europa hacia Alemania (no olvidemos que las transferencias son automáticas entre países de la eurozona).
5. El euro, caería fuertemente por ponerse en vilo su futuro.
Al momento, el mercado muestra cada vez más intranquilidad. ¿Por qué digo esto? Miremos como se viene acelerando la caída del euro:
La semana pasada el euro rompió el nivel de 1,2620 y marcó un nuevo mínimo de los últimos dos años. La situación empeora y esto es objetivo. Estos movimientos no deben desatenderse. Vendan sus euros ya!
La cartera:
Con la tendencia bajista que se viene desarrollando, no tenemos ninguna acción en cartera. Algo de lo que no me había dado cuenta es que el NYSE Composite, el índice más abarcativo de acciones de los EEUU, ya está por debajo de la media móvil de 200 ruedas. Gran señal de alarma y primer confirmación de tendencia bajista.
Nuestra única posición está en Gas Natural, a través de su ETF (UNG). Veamos lo que pasó:
US Nat Gas ETF. Avisamos por Twitter la compra en 18,70 el miércoles 16 de mayo. Fue una semana de retroceso para el Gas Natural. No es para preocuparse por ahora. Tuvo una mala rueda el viernes, pero siempre dentro de sus niveles de volatilidad normales. BUY. Último: 18,19. Saldo: -2,72%.