La revalorización del peso, que llevó a su fortalecimiento frente al dólar estadounidense, fue influenciada por varios factores.
La diferencia en tasas de interés es uno de los principales impulsores de la revalorización del peso, fue la disparidad en las tasas de interés entre México y Estados Unidos. El banco central mexicano comenzó a aumentar las tasas de interés de manera más agresiva que la Reserva Federal de Estados Unidos. Como resultado, la diferencia en las tasas de interés se amplió, lo que hizo que los activos mexicanos fueran más atractivos para los inversionistas que buscaban mayores rendimientos, lo que aumentó la demanda del peso.
El par tiene dos fases de caídas fuertes como la primera que ocurre en principios del 2020 cuando cotizaba a 25,44 mexicanos por dólar y tiene una caída de un 22% hasta los 19, 50 y posteriormente la segunda caída proviene desde los 16,68 en julio del 2023.
En el corto plazo, el peso mexicano sigue en una estructura bajista. Recientemente, ha salido del soporte de 16,40 pesos. Si este nivel se rompe, podría caer hasta 15,40 pesos, el siguiente soporte mensual. Actualmente, el peso se mueve entre 17,44 y 16,40 pesos. Para iniciar una tendencia alcista, debe romper la resistencia entre 17,30 y 17,44 pesos. Si no lo hace, seguirá bajista.