Citigroup (NYSE:C) afirma que el petróleo podría desplomarse hasta 65 dólares por barril a finales de este año y caer hasta los 45 dólares a finales de 2023 si se produce una recesión que afecte a la demanda.
Pero no vayamos tan lejos. ¿Llegaremos a los 85 dólares antes de finales de julio?
Los precios del crudo se desplomaron más de 11 dólares por barril y registraron mínimos el martes, ya que el creciente temor a una recesión en Estados Unidos ha llevado a los mercados petroleros a una de sus peores jornadas desde que el conflicto de Ucrania provocara que se alcanzaran máximos en marzo.
La subida del dólar hasta máximos de dos décadas también incentivó la venta de petróleo, que suele atraer menos compras de entidades no estadounidenses cuando se dispara el valor del billete verde.
Sin embargo, en cuanto el precio del barril se situó por debajo de la marca de los 100 dólares —clave para la convicción de los alcistas del petróleo—, algunas de las voces que aplaudieron el desplome del martes desde la barrera plantearon que quizás el crudo había estado sobrevendido.
En 2020, fue la destrucción de la demanda provocada por el COVID la que acabó cancelando decenas de miles de millones de dólares de inversiones en proyectos de exploración de petróleo y proyectos de refinado que estamos pagando hoy.
Desde que comenzara el año 2022, la narrativa del petróleo ha sido "Rusia, Rusia, Rusia" (que suena como el desvarío de un expresidente), la locura de las políticas de energía limpia poco amigas de combustibles fósiles, y la tarea prácticamente imposible de la OPEP+ de cumplir los objetivos de producción establecidos por sus amos saudíes.
En el punto de mira: Las actas de la Fed y los datos de empleo de EE.UU.
No obstante, se espera que los rumores de recesión aumenten en Estados Unidos después de que la Reserva Federal de Atlanta pronosticara el 30 de junio un segundo trimestre consecutivo de caída económica para este año.
El aumento de la preocupación en torno a la recesión podría influir en las perspectivas de la demanda de petróleo esta semana, a pesar de la preocupación por la escasez de suministro y las perspectivas de aumento de empleo en Estados Unidos en junio.
Todo apunta a que el informe de empleo no agrícola de junio muestre una ralentización con respecto al de mayo, pero que se mantengan en un territorio sólido y positivo.
Existe un nexo muy estrecho entre los precios del petróleo y los datos de empleo de Estados Unidos. La relación es bastante sencilla: la gente necesita desplazarse al trabajo (al menos los que no teletrabajan) y tienen que conducir o recurrir al transporte público. Sea como sea, el petróleo es necesario. Además, cuando las cifras de empleo y salarios son buenas (como lo llevan siendo mucho tiempo), los estadounidenses hacen literalmente un esfuerzo extra en viajes discrecionales, es decir, viajes por carretera y vuelos a destinos vacacionales lejanos.
Los gráficos sugieren que el petróleo se desploma camino de los 85 dólares
En los mercados del petróleo, especialmente, la perspectiva de una recesión ha creado una acción de precios más bidireccional en las últimas semanas, impidiendo cualquier subida insostenible del precio del crudo, incluso cuando China levantó las medidas de confinamiento del COVID y se avecina una huelga de trabajadores del petróleo en Noruega.
Esto nos lleva a la pregunta anterior: ¿Llegaremos a los 85 dólares por barril o menos aún antes de finales de julio?
Antes de la apertura del mercado estadounidense de este miércoles, el WTI subía 1,84 dólares, o un 1,9%, hasta los 101,34 dólares por barril durante la jornada de negociación asiática a las 7:30 horas (CET). En la jornada del martes, la primera de julio, bajaba un 8,2%, tras cerrar junio con un descenso de más del 7%.
El Brent subía 2,35 dólares, o un 2,3%, hasta los 105,12 dólares durante la jornada asiática. Había subido un 1,7% en la sesión anterior, pero perdió casi un 6% en junio. Antes del desplome del martes, se había mantenido estable cerca de los 120 dólares durante semanas.
Sin embargo, el quid de la cuestión es que el WTI ha alcanzado los mínimos de 97 dólares. Los bajistas han probado una sangre que no habían probado en tres meses y es probable que se produzca un nuevo asalto a los 90 y pocos dólares antes del siguiente intento de alcanzar los 80, según los gráficos elaborados para Investing.com por skcharting.com.
El gráfico semanal del WTI muestra una segunda onda bajista camino de la media móvil exponencial de 50 semanas de 92,40 dólares, que es posible con una presión sostenida sobre los mínimos registrados el martes en 97,47 dólares.
Todos los indicadores estocásticos del WTI muestran debilidad, con una lectura de 12/23 en el gráfico diario, de 23/40 en el semanal y de 55/66 en el mensual, todos posicionados para una configuración bajista.
Cualquier repunte al alza se verá limitado por la media móvil simple de 100 días de 107 dólares y la media móvil exponencial de 50 días de 109 dólares.
Descargo de responsabilidad: Barani Krishnan utiliza una serie de puntos de vista aparte del suyo para aportar diversidad a su análisis de cualquier mercado En pos de la neutralidad, presenta opiniones contrarias y variables de mercado. No tiene participaciones ni mantiene una posición en las materias primas o valores sobre los que escribe.