- Aumenta considerablemente la probabilidad de ruptura de la paridad en 1,2000 del EUR/CHF.
- El Banco Nacional Suizo, en un callejón sin salida en la elección de sus políticas.
- Toca replantearse si ponerse largos en el par euro/franco suizo es una apuesta segura.
- Dejar caer el suelo…
- Ajustar el tipo lentamente a la baja si continúa la entrada de capitales y la revalorización
- Aceptar nuevas burbujas como el mercado de la vivienda y los mercados de renta variable.
En pocas palabras, las posibilidades de que el EUR/CHF rompa la paridad en 1,2000 han aumentado del 10% al 25-30% por la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), los riesgos geopolíticos y la falta de alternativas sobre política de tipos por parte del Banco Nacional Suizo.
Esto significa que el riesgo ponderado ya asciende a 9 dígitos, una subida significativa desde los 2 dígitos, con el cálculo similar que hice en 2011/2012. (1,200-0,9000=30 dígitos) x30% = 9 dígitos de riesgo).
Todo ello supone que ponerse largos en el par euro-franco suizo ya no es una apuesta segura y que si bien es cierto que un 70% de probabilidades de que el suelo se esté defendiendo y protegiendo sigue siendo una probabilidad elevada, los riesgos de cola que conlleva empiezan a preocupar.
El franco suizo siente el amor
Ha pasado ya algún tiempo, pero el franco suizo vuelve a ser la divisa favorita en el mundo. En septiembre de 2011, el Banco Nacional Suizo introdujo un suelo en 1,2000 respecto del euro.
Desde entonces, el par ha cotizado en un rango estrecho del ± 2-3%, pero si bien es cierto que la desesperación de los bancos centrales se ha pasado por alto en las operaciones de trading con riesgo, volatilidad y energía, el franco suizo se ha vuelto a reforzar.
Hay una gran diferencia entre la situación de 2011/12 y la actual. Por aquel entonces, el Banco reaccionó al fortalecimiento de la divisa desde 1,5000 respecto del euro hasta 1,2000 y acabó cayendo hasta 1,000.
Las líneas de importación fueron masivas y la deflación supuso un riesgo real para un banco central famoso por sus objetivos de inflación.
A día de hoy, Suiza arroja un superávit en su cuenta corriente del 10%, con 453.000 millones de francos suizas en reservas y un exceso de liquidez de 317.000 millones en el sistema bancario.
Los bancos holandeses y paneuropeos están sacando su dinero del BCE al -0,1% para llevarlo a un banco suizo que sigue pagando un tipo positivo. La riqueza de liquidez crea una burbuja masiva en el mercado de la vivienda y en cualquier otro activo suizo cotizado.
Entre tanto, el BCE está indicando que se va a comprometer con medidas de relajación cuantitativa total e incluso en una devaluación del euro. Al menos eso es lo que deducimos si escuchamos a François Hollande y a veces a Mario Draghi.
Para empeorar más las cosas, el Banco Nacional Suizo (BNS) se ha metido en un callejón sin salida, del que le va a costar mucho salir: libre circulación de capitales, un tipo de interés en paridad y tratar al mismo tiempo de llevar una política de tipos independiente.
Se pueden mezclar dos de esos factores, pero no los tres. Recordemos el caso de China, Inglaterra antes de 1992 o cualquier banco central con una divisa en paridad.
Tres opciones
Dejar caer el suelo sin pelearlo es algo que no va a pasar. El Presidente del BNS, Thomas Jordan, ha subrayado el compromiso en NZZ am Sonntag: “la paridad es absolutamente crucial para garantizar una política monetaria adecuada en Suiza, ahora que las perspectivas económicas han empeorado”.
Desde una perspectiva histórica, pocas paridades han funcionado. Basta recordar el caso del Banco de Inglaterra: tengo edad suficiente para recordar la desvinculación del par libra/marco alemán ¡Por aquel entonces todos queríamos vender libras, no comprarlas!
Cuando ajustas algo en un sistema económico, reduces la libertad. Irónicamente el BNS ha limitado voluntariamente su propia libertad al establecer la paridad de su divisa. Ahora la divisa ancla, el euro, necesita debilitarse desesperadamente por su propia limitación. Un euro para una Europa radicalmente diferente.
De esta incapacidad para moverse tanto en Suiza como en Europa deriva el principal riesgo para los traders del par euro/franco suizo
Evidentemente, lo más importante son los plazos, la presión aumenta por semanas, pero yo personalmente dudo que vaya a pasar algo antes de la revisión de la calidad de los activos de los bancos europeos (AQR).
Soy muy consciente de que en su fuero interno, los responsables del BNS están preocupados por estos resultados y en particular, por el sector bancario europeo, por lo que se esperaba un fortalecimiento del franco suizo, pero no tan pronto.
El Banco Nacional Suizo ya no es el único que se está planteando la continuidad de la paridad del euro/franco suizo; ahora depende del BCE, de Draghi, Vladimir Putin y varios factores más que escapan a su control. Esa es la verdadera diferencia y el riesgo real para el par euro/franco suizo.
No hay nada más hermoso que el amor, salvo cuando no es el amor que queremos recibir.