Un día ha durado la alegría en las bolsas, que hoy se vuelven a desplomar, más o menos en la misma magnitud en que subieron ayer. Lo cual, sin ninguna duda, vuelve a evidenciar la extrema debilidad en la que estamos inmersos.
Los motivos principales que explican las caídas de hoy son tres:
- El cierre de Wall Street, muy alejado de los máximos d la sesión. El S&P 500 cerró plano, cuando llegó a subir con fuerza, y el Nasdaq redijo su avance a un 0,35%. La comparecencia de Yellen en el Congreso no fue en absoluto acertada para los mercados, al repetir el mensaje ambiguo y confuso que se vio reflejado en el último comunicado de la Fed. La presidenta de la autoridad monetaria reconoció los peligros económicos exteriores, y alertó también de los potenciales problemas que podría causar el desplome de los mercados y la subida del dólar. Pero se mantuvo en la idea de que los tipos “subirán gradualmente”, figura retórica que fue empleada en diciembre, cuando se subieron los tipos. De esta forma, la presidenta de la Fed perdió la ocasión para contribir a cimentar un suelo en el mercado.
- Tampoco ayudó un nuevo desplome del crudo. Las reservas semanales quedaron muy por debajo lo que se esperaba, lo que provocó una subida del petróleo en primera instancia, que luego fue revertida por una caída muy clara. Desde las 16:30, el barril perdió más de dólares, y el Brent vuelve a cotizar cerca de los 30 dólares.
- El sector bancario europeo vuelve a tener un muy mal día, tras las fuertes subidas de ayer. Los resultados de Societe Generale (PA:SOGN) no han gustado nada, y Deutsche Bank (DE:DBKGn) vuelve a caer también con mucha fuerza. De esta forma, el sector bancario europeo cotiza ya en mínimos de 2012, año en el que los mercados llegaron a descontar que el euro se fragmentaría tras la necesidad de rescatar a España e Italia.
El actual es el segundo mayor impulso bajista que han vivido las bolsas europeas desde que hicieron mínimos en marzo de 2009, sólo superado por el que tuvo lugar entre mayo y septiembre del 2011.
La actual caída supera a la que vimos este verano, entre los meses de agosto y septiembre. Pero cabe recordar, que siempre que ha habido una corrección superior al 15% en los últimos años, tras tocar suelo, se han producido rápidos rebotes superiores al 10%.
Así ocurrió a mediados de septiembre de 2011, tras caer cerca de un 30% desde mayo. Un mes después, las bolsas recuperaban un 17% de media en Europa. Desde mediados de marzo a principios de junio de 2012, también vivimos fuertes descensos, que se acercaron a un 18% en el Euro Stoxx 50.
Tras hacer suelo a principios del mes de junio, el rebote hasta septiembre superó el 20%. Más recientemente tenemos lo que sucedió este verano: tras perder más de un 15% entre agosto y septiembre, el mercado comenzó a subir en la última semana de septiembre, y recuperó cerca del 15% hasta finales de noviembre.
En esta ocasión, las caídas en gráficos semanales comenzaron a principios de diciembre, totalizándose una caída desde entonces del 20%.
Así pues, basándonos en el pasado, lo más probable sigue siendo que se veamos un fuerte rebote en un momento dado. Pero los desplomes de hoy siguen apuntando a que ese momento no está del todo próximo.
A nivel macro, conoceremos esta tarde a las 14:30 los datos semanales de empleo de EE.UU.
En divisas, el EUR/USD continúa subiendo y ya supera el nivel de 1,13, obviando completamente las posibilidades de que el BCE anuncie nuevas acciones monetarias el próximo mes, para las que se va a sentir incluso más presionado teniendo en cuenta la volatilidad de los mercados.
El oro se sigue revalorizando y ya supera los 1.220 dólares por onza. Atención si el S&P 500 cierra hoy por debajo de los 1.830 puntos, que vienen a constituir el soporte principal del selectivo.