Después de unas semanas de vacaciones y relax, volvemos a los mercados y reiniciamos actividad. Hay que recordar que los mercados internacionales no paran ni dan tregua. Analizando lo ocurrido durante el mes de agosto destacaría entre los diversos focos de tensión ocurridos:
-
La devaluación de la Lira Turca. El 10 agosto, “viernes negro”, provocó un foco de tensión e inestabilidad en Turquía dejando sobre la mesa una prueba de fuego para el Presidente Erdogan, que se enfrenta al mayor desafío desde la crisis del 2001. En España el BBVA (MC:BBVA) debido a sus intereses en la zona, es un afectado muy directo en esta crisis, y así se vio reflejado en su cotización a la baja, arrastrando aunque en menor medida al resto del sector financiero y por el impacto que tiene y ponderación al IBEX-35, que se ha movido entre los niveles de 9863 y 9375.
-
El incremento de la deuda pública en Italia. El Gobierno Italiano quiere seguir llevando un presupuesto expansivo, lo que provoca sin duda un aumento de la deuda y una preocupación dentro de La Unión Europea, ya que tenemos muy reciente lo que ha pasado en Países como Grecia, Irlanda, Portugal o España. SI bien, El BCE, los bancos locales y la Unión Europea están dispuestos a apoyar e intervenir en las finanzas de Italia, “debido a la repercusión negativa que podría tener”, provocó un impacto a la baja en la cotización del euro, fortaleciendo aún más el dólar.
-
La guerra comercial entre EE.UU. y China. El Gobierno de Donald Trump está imponiendo aranceles a los productos chinos, con una réplica inmediata desde China a los productos EE.UU. Este episodio que estamos viendo durante todo 2018 nos está dejando una muestra de poder entre ambas potencias. La guerra comercial, sin duda, tendrá una solución en la mesa negociadora ya que a ambas potencias les interesa tener un acuerdo y que sea bien visto por el resto de países. Está guerra comercial está ayudando a fortalecer al dólar y muy directamente está afectando en Europa, en especial al sector del automóvil y, por tanto, poniendo obstáculos a una evolución alcista de los índices. Ambos países están sentenciados a entenderse, ya que sus economías y exportaciones tiene un peso muy importante, si bien existe una balanza en este momento a favor de China. Una prolongada disputa provocaría para China una desaceleración de su economía y una devaluación del yen frente al dólar.
Por si no fuera poco, Se acaba el plazo de las negociaciones para el Brexit, se intensifica la crisis económica en Argentina y las empresas tecnológicas en EE.UU. han tenido un severo castigo en su cotización, como Facebook, Tesla (NASDAQ:TSLA) y Netflix (NASDAQ:NFLX).
Con todo ello, hemos vivido una de cal y otra de arena, mientras en EE.UU. los índices realizaban nuevos máximos históricos en Europa retrocedían.
El Ibex 35 se mantuvo en agosto en niveles de 9.863 y ha cerrado en 9.376 cerca de un 5% caída. El soporte está situado en 9.286 y tan sólo la rotura al alza de 9.553 nos marcaría un cambio de rumbo y posición de entrada compradora.
El DAX 30, inició agosto en niveles de 12.802 y ha cerrado en 12.343, una caída del 3,58%. Su aspecto técnico es bajista. En marzo de 2018 realizó el mínimo del año en 11.704 y el 22 mayo realizó su máximo en 13.204. En el mes de junio volvió a intentar romper el máximo anterior sin conseguirlo, iniciando una fase bajista que le ha llevado a en dos ocasiones el 28 de junio y 15 de agosto a buscar niveles de 12.805. Desde este mínimo está dibujando un triangulo donde la base la tiene situada en 12.307, y si aguanta estos niveles buscará volver a niveles de 12.529. Hay que prestar importancia a estos dos niveles, ya que la rotura al alza de los niveles de 12.500-12.530 supondría un nuevo recorrido alcista a buscar niveles de 12.744 y la rotura a la baja del soporte de 12.307/12.268 supondría un nuevo recorrido bajista a buscar niveles de 12.080.
