Si eres novato y quieres enfrentarte al mercado con tu propio dinero has de ser experto en gestión del riesgo, money management o como quieras llamarlo. Es lo único con lo que cuentas. Si no hay capital no puedes jugar. Toda tu capacidad y sabiduría debe concentrarse en amasar tal conocimiento.
Los analistas no juegan en bolsa. Los inversores no juegan en bolsa. Sólo los traders operan en bolsa y si tu dependes de lo que digan analistas e inversores vas a perder seguro. De hecho, pierde el 90% de los traders. También el 85% de los fondos pierden. No aportan rentabilidad al cliente. Se supone que son expertos. Nadie invierte en talento, conocimiento y experiencia en el manejo del potencial del riesgo. Es el intangible más poderoso de todos. No se ve, no se huele, cuesta medirlo. Poder hacerlo implica gestionar tus recursos.
Habrás oído hablar, habrás leído sobre todo esto. Pocos saben cómo hacerlo. Muchos escriben sobre ello con un conocimiento vago al respecto. Suelen medirlo sobre reales y no sobre potenciales. Suelen establecer criterios fijos y el mercado es variable. Suelen medir históricos pero nunca miden lo que puede ocurrir. Es difícil de precisar y de medir. No hay una regla fija. Se trata de capacidad de adaptación y de gestión de los cambios y circunstancias de tus recursos en momentos concretos. De planificar escenarios y catalogarlos. Tiene que estar medido en relación con una estrategia de juego.
Hay un vínculo directo. No puedes aplicar un criterio y varios posibles escenarios. Ni tampoco a mercados diferentes. El riesgo tiene unas elasticidades diferentes según mercados. No vale lo que se cuenta del 1% por operación. Ni lo del apalancamiento. Ni la regla del 3 a 1 y tantas cosas. De hecho todo el mundo lo sabe, lo aplica y pierde.
El riesgo no es fijo, es variable, es elástico, es diverso, es intangible, es volátil y debe ser el engranaje a una estrategia probada por activo y mercado.