De la conversación mantenida con uno de mis gurús favoritos:
Hay leyes irrefutables en el comportamiento secular de las Bolsas. Una de ellas, quizá la más poderosa, es la del Sentimiento Contrario. Lo estamos viendo y sufriendo todos este año.
Recuerden que a principio del ejercicio todos los informes de estrategia situaban a la Bolsa en el primer puesto de la lista de recomendaciones. El fiasco, por ahora, es mayúsculo con el Ibex, por ejemplo, rozando tasas de rendimiento negativas.
Cuando uno se aferra a esta Ley, a la del Sentimiento Contrario, debe medir muy bien el tiempo, los pasos, la coyuntura, el ciclo. Desde agosto nos encontramos en uno de esos periodos óptimos para seguir esta Ley poderosa. Veamos algunos ejemplos.
Según la encuesta mensual que realiza Bank of America Merrill Lynch, el sentimiento bajista se sitúa en su nivel más alto de los últimos dos años con vistas al 2015. Los gestores reducen su exposición a renta variable hasta el nivel más bajo en dos años.
En el mismo encuadre, se ha detectado una masiva venta de futuros de Bolsa dentro y fuera de nuestras fronteras. O lo que es lo mismo, las Bolsas han bajado, porque los que tenían miedo ya han vendido.
El siguiente gráfico elaborado por Short Side of Long nos muestra que las condiciones del mercado están cambiando. La directriz alcista ha sido perforada a la baja (2 años de duración), mientras que la directriz bajista en el índice de volatilidad ha sido perforada al alza.
Esto sugiere que las fuerzas subyacentes del mercado han virado, y que ahora los bajistas tienen el predominio de la renta variable en EE.UU. y en otros mercados occidentales. “Los rebotes son para vender, no las caídas para comprar”, comentan ahora traders profesionales del mercado de futuros.
La pregunta, en este violento corto plazo que han vivido las Bolsas, es ¿y ahora qué? ¿Cuándo volverán los que han vendido a tomar posiciones de nuevos en los mercados'? ¿Qué señales necesitan? Y cuándo lo hagan ¿Cómo reaccionarán los índices?
Recuerde que nada ha cambiado de manera sustancial en los últimos meses. Todo sigue en mano de los bancos centrales ¿O alguien se creía en enero que en este año las Economías Globales iban a crecer con fuerza?
Pasado el ecuador del octubre de los miedos, las Bolsas están preñadas del pesimismo general de los gestores. Muchos dicen que ESTO NO TIENE ARREGLO, atenazados, entre otros asuntos, por las raquíticas cifras de crecimiento en el mundo.
Los índices de las Bolsas han tomado buena del asunto, han caído fuerte y no está demostrado que los gestores se sientan cómodos en los niveles actuales.
La pregunta que se hacen los analistas más fríos es si gran parte de la Gran Caída se ha producido ya o, si por el contrario y como algunos pregonan, los más bajistas, aún caben recortes adicionales en los próximos meses.
Pero ya sabe: cuando algo te obsesione, cuando algo llegue a tal extremo sólo hay que pensar en los contrario, porque ahí está la respuesta. Obsesionados por el pasado de la Bolsa, obsesionados por el devenir.
Desquiciados, que es cuando los sentimientos llegan a un extremo ¿Por qué no considerar que lo correcto es apostar por lo contrario hasta mantener una postura serena, reflexiva, lejos de la compulsión?
Hay lecciones magistrales escritas en el gran Libro de la Historia de la Bolsa, que permanecen vivas con el paso del tiempo. Una de ellas recala en el sentimiento contrario (otros la definen como sensu contrario), de los actores.
Cuando la mayor parte de ellos se coloca en el mismo plato de la balanza, el fiel de la misma, el índice, hace justamente lo contrario para sorpresa general y regocijo de los más atrevidos.
Cuando la mayoría apuesta con ganas y con mucho descaro por una caída de la Bolsa, el mercado suele subir. Y al revés. Lección magistral que hemos aprendido en muchos ciclos bursátiles ¿Va a ser éste diferente?