Sesgo alcista para nuestras previsiones tras las sorpresas al alza en PIB y empleo
Probabilidad de reducción del Q3 ha aumentado, pero no se puede dar por hecho
La resolución fiscal a finales del año podría impulsar nuestras perspectivas de crecimiento para 2014
Los datos económicos no han sido nada claros en los últimos meses; las cifras generales no reflejan en absoluto el verdadero significado de los detalles subyacentes. Para empezar, veamos el crecimiento del PIB y del empleo en el 3T13. La segunda estimación del crecimiento del PIB real del 3T13 se revisó al alza con respecto a la primera estimación de 2.8% t/t anualizado y desestacionalizado y subió a un sorprendente 3.6%, la tasa más elevada desde comienzos de 2012. Nuestras expectativas eran bastante distintas para la cifra principal, pero aparte de haber subestimado el crecimiento de los inventarios, los datos están en línea con nuestras perspectivas: crecimiento más lento de los motores principales de la recuperación, incluidos las exportaciones netas, el consumo privado y la inversión residencial. El resultado del 4T13 está totalmente en el aire. Hasta ahora, los datos económicos del trimestre indican un rendimiento sólido en la actividad industrial, pero el consumo sigue siendo lento. Además, el ingreso personal no parece tener el mismo impulso de los últimos meses. El impacto del cierre del gobierno de octubre debería ser mínimo y se ha reflejado en muy pocos indicadores económicos (la confianza de los consumidores es el factor más afectado). Por consiguiente, dadas las expectativas de una desaceleración moderada en el 4T13, mantenemos nuestra previsión de un crecimiento anual de 1.6% en 2013, aunque con cierto sesgo alcista si se mantiene la revisión del PIB del 3T13.
Al mismo tiempo, el informe del empleo de noviembre registró una ganancia de más de 200 mil empleos por tercera vez en cuatro meses, y la tasa de desempleo cayó a 7.0%. Las expectativas de nuestro escenario central no consideraban una caída mensual tan drástica, sino que suponían una tasa por encima de 7.0% hasta el 3T14. Aunque es probable que revisemos nuestra previsión a la baja para ajustarnos a los datos reales, mantenemos nuestras expectativas de que la gente volverá a entrar en el mercado de trabajo a medida que mejoren las perspectivas de disponibilidad de empleo, lo que en última instancia ejercerá presiones alcistas sobre la tasa de desempleo si no vemos una importante aceleración del crecimiento del empleo.
La pregunta más importante que está en la mente de todos es: ¿qué hará la Fed y cuándo? Las declaraciones del FOMC y los discursos de la Fed siguen haciendo hincapié en que las medidas de la política monetaria dependen de los datos, y en los últimos meses sí hemos visto mejoras en los datos económicos. No hay duda de que el último informe sobre el desempleo ha aumentado las probabilidades de que se anuncie una reducción de los estímulos en diciembre; sin embargo, persiste la amenaza de otra debacle fiscal en enero, por lo que la decisión podría retrasarse hasta el 1T14.
De cara al próximo año, los riesgos para el crecimiento parecen haber disminuido. En el futuro inmediato, la atención se centra sobre todo en el Congreso, donde un acuerdo presupuestario podría evitar un nuevo cierre en enero y dar a la Fed el impulso de confianza que está esperando para ir adelante con la reducción de estímulos. La menor incertidumbre política estimularía la actividad económica a escala mundial siempre que la Fed evite una salida desordenada del QE3 que podría llevar los mercados a la histeria. En definitiva, nuestras previsiones siguen siendo un crecimiento anual de 2.3% en 2014, dependiendo de las medidas que adopten el Congreso y la Fed a corto plazo.