Son las horas previas al anuncio de aumento de tipos de la Reserva Federal, y el mercado de divisas presenta un comportamiento acorde a tal decisión: errático, con movimientos poco previsibles, y con una baja del dólar, muy típico de cuando está por crecer.
Así se vive la víspera del comunicado, en el día que comienza la reunión del organismo, que es además cuando suele filtrarse a la prensa alguna discusión interna del comité designado (el FOMC).
Por eso no extraña ver al euro en su máximo de un mes y medio, que incluso tal vez supere durante la sesión americana, y a la libra esterlina tratando de no alejarse de 1,52, pese a que el dato de inflación conocido en Reino Unido no ofreció cambios y, por tanto, diluye futuros aumentos de tipos por parte del Banco de Inglaterra (BoE).
Tampoco el yen cede posiciones: si bien está algo lejos de su soporte más importante, en 123,25 (línea de tendencia alcista en el gráfico diario), podría buscar dicho nivel en las próximas horas.
La agenda del día, de todos modos, es importante: el dato de inflación de Estados Unidos no cambiaría mucho en la medición mensual, pero alcanzaría para mover la aguja en términos interanuales, variable de la cual se toma la Fed para tomar decisiones. Y una cifra positiva no hará más que confirmar lo que ya parece descontado, y esperado para el miércoles.
¿Qué esperar entonces, de un día como este martes? Algo no muy diferente a lo que vimos el lunes. El dólar a la baja, el petróleo, que en la víspera llegó a un nuevo mínimo de 6 años, tratando de recuperar sin éxito los 40 dólares, sus monedas vinculadas (dólar canadiense y peso mexicano entre muchas otras en mínimos casi históricos, y una creciente expectativa por el fin de una época, el del dólar barato con tasas mínimas. Precisamente lo que utilizaron las economías emergentes para intentar de ser eso, emergentes, y lo que llevó a salir a Estados Unidos adelante de su peor crisis en 80 años.
No se pueden esperar milagros, por supuesto, porque las nuevas etapas en los mercados tienen un comienzo concreto como puede ser el de mañana, pero sus efectos no solo son difusos en los primeros tiempos sino de muy largo plazo. Y eso es lo que visualizamos para el dólar para los próximos tiempos.