Telefónica (MC:TEF), la cuarta compañía española por capitalización bursátil, ha comunicado esta semana el cambio de presidente ejecutivo. Dicho cambio parece que será bien acogido por los mercados.
Los nuevos retos digitales y la revolución constante de este sector necesita sangre nueva para no dejar de estar en primera línea de salida. La imagen mas nueva y fresca de su nuevo presidente parece que le está sentado bien a la cotización que lleva un rebote desde mínimos anuales alrededor del 18%.
Aunque los focos y miradas de los grandes inversores estarán centrados en el medio plazo en la confirmación por las autoridades de la venta de su filial O2. Esta venta reduciría su deuda y ayudaría a expandir su plan estratégico, aunque también dicha operación será mirada con lupa por sus accionistas por la confirmación del mantenimiento del dividendo.
Técnicamente, su gráfico de medio plazo sigue en dirección bajista. Pese al rebote experimentado en el último mes, la directriz bajista nacida el verano pasado es un fuerte obstáculo en su intento de carrera alcista para 2016.
Actualmente, su cotización sigue luchando por superar la barrera psicológica de los 10 euros, la cual coincide con su directriz bajista de largo plazo, mirando su gráfico diario observamos el importante stop en zona de 9,66 euros que ha dibujado para posibles impulsos alcistas.
Dicho soporte, si fuera perforado en próximas semanas, dará la opción de nuevas posiciones cortas en el valor con otro posible gran impulso bajista. Por el lado mas optimista, la ruptura alcista de su linea de tendencia bajista daría esa multitud de compras en el valor para escalar nuevos peldaños.
