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El declive de Tesla este año puede atribuirse a muchos vientos en contra, algunos cíclicos y otros exclusivos de la empresa
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La mayor amenaza es una posible ralentización de la demanda, ya que los consumidores evitan las compras discrecionales
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Sin embargo, tras perder un 50% en lo que va de año, algunos analistas empiezan a hacer una llamada a la compra de la acción
Las acciones de Tesla (NASDAQ:TSLA) han estado en una pendiente resbaladiza este año. Tras rozar el billón de dólares de capitalización bursátil en abril, el mayor fabricante de autos eléctricos del mundo ha perdido el 53% de su valor de mercado, es decir, unos 530,000 millones de dólares. En lo que va de año, las pérdidas rondan el 50%.
Después de esta fuerte y persistente caída, algunos analistas consideran que las acciones de Tesla están demasiado baratas para ignorarlas. El desplome de este año ha dejado las acciones cotizando a 31 veces los beneficios futuros, frente a las más de 200 veces de principios de 2021.
En una nota de hoy, Morgan Stanley dijo que Tesla se está acercando a su objetivo de precio de "caso bajista" de 150 dólares, presentando una oportunidad para que los inversionistas adquieran acciones a un precio de ganga. Asimismo, los analistas de Citi mejoraron la compañía a neutral desde venta, diciendo que una caída de más del 50% este año "ha equilibrado el riesgo/recompensa a corto plazo".
Estos comentarios alcistas también se reflejan en una encuesta de Investing.com realizada a 38 analistas cuyo objetivo de precio a 12 meses de consenso refleja un potencial de subida del 59%.
Fuente: Investing.com
Pero antes de apostar por Tesla, es esencial entender por qué el fabricante de automóviles ha perdido la fe de los inversionistas este año a pesar de su claro dominio en el sector. El declive de Tesla puede atribuirse a muchos vientos en contra, algunos cíclicos y otros exclusivos de la empresa.
Desaceleración de la demanda
La mayor amenaza es una posible ralentización de la demanda después de que los bancos centrales de todo el mundo se embarcaran en una agresiva campaña de endurecimiento monetario que aumentó el riesgo de recesión. Eso, combinado con la tasa de inflación cercana a los máximos de cuatro décadas, los problemas de la cadena de suministro y las estrictas políticas chinas de COVID, dificultan la venta de autos a los consumidores que están reduciendo sus compras discrecionales.
Incluso el director general de Tesla, Elon Musk, reconoció las amenazas en el pronóstico de ganancias del mes pasado, diciendo que la demanda era "un poco más difícil" de conseguir debido a la desaceleración económica en China y Europa y la Reserva Federal de subidas de las tasas de interés. Tesla ya ha reducido los precios en China, y no será sorprendente que la compañía haga más recortes en las próximas semanas.
Además de estas cuestiones macro, la compra de Twitter (NYSE:TWTR) por parte de Elon también pesa en la cotización de la compañía. Los inversionistas temen que la profunda implicación del multimillonario en la revisión de la compañía de medios sociales diluya su enfoque y perjudique la ventaja competitiva de Tesla.
Tesla perdió más de 300,000 millones de dólares de capitalización bursátil durante los dos últimos meses, cuando se cerró el acuerdo con Twitter y Musk asumió el cargo de director genreal.
Ciclo agonizante
Dan Ives, de Wedbush, uno de los analistas más alcistas de Tesla, ha eliminado al fabricante de automóviles de su lista de principales ideas, diciendo que Musk ha "empañado" la historia y las acciones de Tesla a su vez. Su continua venta de acciones de Tesla para recaudar suficiente dinero para el acuerdo con Twitter ha creado un "ciclo agonizante" para que los inversionistas naveguen y los ha dejado en un "albatros".
A pesar de todos estos golpes, Tesla sigue siendo la marca de vehículos eléctricos dominante en Estados Unidos y en el extranjero, y es difícil ignorar su valor a largo plazo.
Dejando a un lado los vientos en contra de la economía a corto plazo y las relaciones públicas negativas del experimento de Musk en Twitter, estamos ante una empresa bien posicionada para beneficiarse del cambio global hacia los coches eléctricos y las tecnologías limpias.
Fuente: EV Volumes
Algo más de la mitad de los sedanes vendidos en EE.UU. serán vehículos eléctricos en 2030, según un informe de BloombergNEF, gracias en parte a los incentivos al consumo incluidos en los 374,000 millones de dólares del nuevo gasto climático promulgado por el presidente Joe Biden. Tesla es el único fabricante de vehículos eléctricos que ha alcanzado la escala necesaria para satisfacer este mercado de masas.
En septiembre, Tesla terminó de modernizar las líneas de producción de su fábrica de Shanghái para duplicar la producción anual de la planta hasta el millón de vehículos. La empresa también está ampliando su capacidad de producción en Europa, donde los fabricantes de automóviles tradicionales, incluidos Volkswagen (ETR:VOWG_p) y Mercedes Benz (OTC:DDAIF), están luchando por alcanzar la escala y hacer daño a Tesla.
Destacando esta fuerza, Deutsche Bank, en una nota reciente, dijo:
"Vemos 2023 como un año fundamental para Tesla en el que seguirá creciendo en volúmenes a un ritmo elevado, entrará en nuevos segmentos con Cybertruck y Semi, optimizará su huella de fabricación y costos, y se beneficiará de la IRA (Ley de Reducción de la Inflación), que reducirá sus costes e impulsará la demanda".
Conclusión
Sin duda, Tesla es una acción muy volátil y no está hecha para inversionistas con poca tolerancia al riesgo. Sin embargo, si usted cree en el cambio titánico que se avecina en la industria del transporte, evitar Tesla no tiene sentido.
La debilidad actual de la acción ofrece un punto de entrada atractivo si se quiere hacer un movimiento ahora.