La mercancía con la que vas a comerciar para realizar el mejor “day trading” posible.
1. Hacer la compra. Cuando vas a comprar a un mercado tradicional (pescadería, carnicería, frutería), lo que compras es lo que estás imaginando. Cuando vas a un mercado financiero (MF), la “mercancía” son los distintos tipos de instrumentos financieros que ahí se venden (acciones, futuros, divisas, etc.) y que han de cumplir unas determinadas características relevantes que son, las que nos posibilitarán el que podamos hacer un buen trading o, incluso, el mejor day trading posible.
Todos los MF están regulados por leyes específicas, pero en función de cómo ofrezcan sus productos pueden ser de dos tipos: mercados organizados y no organizados.
2. La forma es lo que diferencia a los mercados financieros. Como ya sabemos, en los mercados financieros organizados (MFO), existe un órgano regulador (la cámara de compensación) que se interpone o hace de mediador entre las partes. Para el vendedor, la cámara es el comprador y para el comprador, la cámara es el vendedor. Así queda eliminado el riesgo de incumplimiento. Los MFO son multilaterales: lo que has comprado a un vendedor, siempre se lo puedes transferir a otro. En España tenemos el Mercado Español de Futuros Financieros (MEFF).
En los mercados financieros paralelos no organizados (MFP) o mercados OTC (over the counter, en inglés; sobre el mostrador o “cara a cara”), no hay cámara de compensación y no se negocian en Bolsa. Son mercados bilaterales, es decir, cada comprador se entiende con su vendedor concreto. La compra o venta que hagas de uno de estos productos a un proveedor, solo la podrás deshacer con el mismo proveedor.
3. Media docena de requisitos relevantes. El trader hace negocios comprando y vendiendo estos instrumentos financieros y ya lo avanzamos: los mercados de futuros cumplen con todos los requisitos relevantes que ahora veremos.
3.1. Liquidez financiera. Lo que un trader debe pedir a un mercado financiero es que sea líquido. Por líquido, se entiende que haya gran número de compradores y vendedores. Si tú compras, alguien te vende, y viceversa. A esto se llama tener contrapartida. Tanto los mercados de futuros como el forex son mercados muy líquidos, y pueden absorber contratos en cualquier momento sin inmutarse.
3.2. Transparencia. El mercado financiero también tiene que ser transparente y claro. Me refiero a la confianza de saber, en cualquier momento, qué precio hemos conseguido en nuestras operaciones. Un mercado opaco oculta esa información y no explica por qué hemos dado la orden de comprar a 500 y nos han servido a 503.
3.3. Negociación electrónica. Necesitamos lanzar órdenes de compra y venta nosotros mismos, desde nuestra casa, o desde cualquier parte, cuando nos interese, sin tener que mediar con otras personas o intermediarios. Al alcance de tu mano: con un click, tus órdenes se lanzan al mercado instantáneamente.
3.4. Poder operar “a corto”. Precisamos/necesitamos poder operar a corto porque, de lo contrario, avanzaríamos “a la pata coja”. Un day trader necesita tener la oportunidad de poder ganar tanto si el mercado sube como si baja. Por si no lo tienes claro, abrir cortos es vender para estar dentro del mercado con un número de acciones en negativo.
Ejemplo: a) Vendes 100 acciones de Twitter a $20 (acciones que no tienes, pero que, a efectos contables informáticos, el broker te presta); b) En este momento tienes menos 100 acciones de Twitter; c) Twitter cae de precio hasta los $14; d) Cierras la posición comprando las 100 acciones que no tenías; e) Tienes 0 acciones de Twitter; e) Has ganado $600. Es más fácil hacerlo que contarlo.
3.5. Apalancamiento. Significa, en el caso de los futuros, por ejemplo, que con una pequeña cantidad de dinero eres propietario de un subyacente de mucho más valor. Con un depósito de 5.000 dólares, podemos ser propietarios de un contrato por valor de 50.000 dólares. El apalancamiento conlleva grandes ventajas, pero también grandes riesgos.
Un trader muy apalancado puede obtener unos beneficios muy superiores a lo ordinario (si todo sale como él espera), pero del mismo modo (en el caso contrario), puede perder dinero muy rápidamente e incluso arruinarse.
3.6. Mercados financieros abiertos. Tan importante como elegir qué operar, es decidir cuándo hacerlo. Porque creemos en la teoría de cuantos más, mejor. Porque debo encontrar el horario que mejor se adapte a mi ritmo de vida y tengo que dormir 7 horas o me convierto en un “asesino paranoico”. Los mercados de futuros, se mueven, en hora española, desde las 00:00 del lunes (o sea, domingo de madrugada), hasta las 23 horas del viernes. Todos los días hay una pequeña pausa para ajustes de cámara y mantenimiento.
Primero abren las Bolsas de Oceanía (Sidney), posteriormente y conforme avanza el día, lo van haciendo las asiáticas (Tokio). El sol avanza y la Tierra rota hasta que les llega el turno a las Bolsas del viejo continente (Frankfurt y Londres). Después abre el mercado americano (Nueva York), que durante unas horas se solapa con Europa. Finalmente llega el momento de irse a casa, justo cuando en el continente austral vuelve a ser horario laboral.
Los mejores horarios para operar en los mercados financieros (MF) son aquellos en los que se solapan dos grandes sesiones (durante unas horas coinciden dos MF con sus puertas abiertas). En estos horarios aumenta mucho el volumen de negociación y la liquidez.
Aunque no todos los solapamientos de los MF son iguales; la sesión más importe es la americana, ya que reúne las principales plazas del viejo continente, más “la City” (Londres), epicentro del comercio bursátil y además es la única que coincide en su apertura con las horas finales del mercado asiático y su clausura con el inicio de la sesión americana.
4. ¿Cómo gana dinero un day trader? Por la diferencia entre el precio de venta (Pv) y el de compra (Pc). Resultado = Precio de venta - precio de compra
Si el Pv es superior al Pc, habremos ganado. Si es al revés, y el Pv es inferior al Pc, habremos perdido. Otra cosa es en qué orden hagamos el proceso de comprar y vender: Primero comprar para después vender o primero vender para después comprar. El orden no altera la fórmula ni su resultado.