A menos que usted haya estado viviendo bajo una roca, se habrá enterado ya de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer la salida del país del acuerdo nuclear internacional con Irán. Esta medida extrema no era completamente inesperada teniendo en cuenta los años de críticas y el desprecio general hacia Obama de parte de Trump.
La medida ha aumentado el riesgo en el Oriente Próximo, poniendo en peligro las relaciones con los aliados de EE.UU. y generando nuevas preocupaciones sobre los suministros de petróleo. Todo en un día de trabajo para este presidente de Estados Unidos que se nutre de la perturbación y el drama.
La reacción en los mercados fue débil en términos generales dado que el movimiento ya estaba descontado. Los precios del petróleo subieron levemente: el Brent alcanzó un máximo de tres años en los 77,10 dólares por bariil, mientras que los rendimientos de los bonos de EE.UU. a 10 años se ubican justo por debajo del 3,0%.
El anuncio se sintió un poco más en el mercado de divisas, donde las monedas asociadas al riesgo político registraron ventas masivas.