Uno de los temas de los que más se hablará el próximo año será, sin duda, el tema del euro. Pero no porque no pueda mantener intacta su área, sino por si será capaz de mantenerse en un rango. Desde marzo de 2015, comentan los expertos de Nomura, el euro se ha mantenido de forma amplia en el rango de los 1,07-1,15, con una ruptura puntual a la baja a 1,05. Nos encontramos ahora en ese punto, con el euro en el entorno de los 1,06. Una caída por debajo de los 1,05 marcaría el inicio de una tendencia bajista. Nomura cree que esto terminará pasando (“es una de nuestras apuestas favoritas para la era Trump”).
Sin embargo, las pruebas más difíciles a las que deberá enfrentarse la divisa llegarán las próximas semanas. La zona euro estará en el ojo del huracán y seguro generará más de un titular. Recordemos el calendario que se nos avecina:
- 20 de noviembre: Las primarias francesas de las que debe salir el candidato presidencial para el partido de centro-derecha, los Republicanos, y que deberá enfrentarse a Marine Le Pen, de extrema derecha (Frente Nacional) en las elecciones galas.
- 21 de noviembre: Reunión del CDU alemán, lo que nos permitirá confirmar si Angela Merkel se presenta a las elecciones del próximo año.
- 24-25 de noviembre: Semana corta en EE.UU. por Acción de Gracias.
- 4 de diciembre: Italia celebrará su referéndum.
- 8 de diciembre: Reunión del BCE - ¿qué sucederá con el programa de estímulo (QE)?
“Si observamos los últimos intentos fallidos del euro de romper este rango a la baja, vemos que la divisa europea ha logrado recuperase tras la caída de la renta variable alemana (Dax), un cambio en los diferenciales de tipos y, en cierta medida, del giro abrupto en la posición de los fondos de cobertura.
La correlación inversa del euro frente al Dax quizás haya sido la relación más frustrante para los bajistas. Cada vez que un problema europeo sale a la superficie, se produce una oleada de ventas en activos de mercado, pero entonces el euro empieza a subir”, afirman estos expertos.
Parte de este problema viene del hecho de que se ha utilizado al euro como arma de financiación cuando las cosas han ido bien. Esta pata todavía persiste, aunque los flujos no han sido tan elevados como en trimestres anteriores. Y lo más importante, la actual correlación entre el Dax y el euro cotiza a la baja, por lo que deberemos de estar muy pendientes de esta correlación.
También debemos estar pendientes de los diferenciales de tipos tras la subida en las rentabilidades estadounidenses. Podríamos enfrentarnos a una pausa o quizás incluso a una caída. Sin embargo, y a diferencia de épocas previas, el tamaño del diferencial es mayor que antes, al tiempo que parece existir una dependencia entre dicho tamaño y el euro.
Así, si los diferenciales se mueven a favor de EE.UU., el euro podría caer, pero podríamos llegar a un punto en el que el diferencial de tipos pudiera contraerse todavía más en un contexto de euro bajista. Un diferencial incluso bajo podría provocar una caída del euro hasta los 0,90. “Podríamos estar ahora en dicha zona”, prosigue Nomura.
En definitiva, parece que nos enfrentamos a un escenario algo distinto al que estábamos acostumbrados: la correlación aversión al riesgo/euro no es tan estable como antaño y la ventaja en la rentabilidad de EE.UU. es ahora suficiente como para mantener una tendencia bajista en el euro.
“Tendremos que estar pendientes de estos factores en los próximos días según se vayan produciendo noticias en Europa, pero el rango del que el euro parecía inamovible podría romperse antes de que termine el año. No descartamos, incluso, un movimiento que nos sitúe por debajo de la paridad”, sentencia Nomura.