La reducción de las barreras no arancelarias podría suponer importantes beneficios económicos
Los vehículos de motor son los que más se beneficiarán
El viernes 20 de diciembre, EEUU y la UE finalizarán la tercera ronda de negociaciones sobre el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP por sus siglas en inglés). El TTIP es un acuerdo bilateral de libre comercio cuyo objetivo es eliminar los aranceles y reducir barreras no arancelarias (NTB por sus siglas en inglés) como las diferencias arbitrarias en las regulaciones y normas de la industria para productos, servicios e inversión exterior directa (IED). El TTIP creará la mayor área de libre comercio del mundo, pues EEUU y la UE representan más del 40% del comercio mundial y casi la mitad del PIB mundial.
Las negociaciones que comenzaron en julio de 2013 cubren todas las áreas que engloban los flujos comerciales y los obstáculos existentes entre ambas regiones, concretamente: energía y materias primas, agricultura, manufactura, servicios, inversión, contratación pública, coherencia normativa y enfoques regulatorios de la industria, barreras sanitarias y fitosanitarias, derechos de propiedad intelectual, problemas de trabajo y comercio y PYMES.
El TTIP es otro ejemplo de la estrategia actual de EEUU para aprovechar los beneficios económicos del libre comercio. El acuerdo creará importantes beneficios económicos a largo plazo para EEUU y la UE al aumentar el volumen total de comercio e inversión bilateral y, en consecuencia, impulsará la productividad laboral y el crecimiento. Se prevé que el acuerdo comercial tendrá un impacto mayor (de 7% a 8.5%) sobre las exportaciones de EEUU a la UE que sobre las importaciones desde esa región. Sin embargo, desde la perspectiva del crecimiento del PIB, se prevé que Europa se beneficiará más que EEUU1
La reducción de las barreras no arancelarias negociada bajo el TTIP tendrá efectos directos positivos en otros países. El CERP anuncia un incremento de 0.7% a 0.14% en el PIB del “resto del mundo” debido a los efectos secundarios. Según el estudio, las mayores ganancias se esperan en los países miembros de ASEAN2 y en Europa del Este. Las mejoras impulsadas por el TTIP deberían dar como resultado la simplificación del entorno regulatorio de terceros países y, por tanto, servir como normas globales para otras negociaciones de comercio.
A pesar de estos beneficios, algunas instituciones como la Organización Mundial del Comercio (OMC) condenan el aumento del regionalismo y los acuerdos de comercio preferente y ven el TTIP como una forma de exportar las normas regulatorias de EEUU y la UE a otros socios comerciales. Para la OMC, sería mejor solución hacer reformas en el sistema de comercio internacional.
Efecto del TTIP en la productividad y el crecimiento
Dado que la tasa media de los aranceles entre EEUU y la UE ya es bastante baja, se prevé que las principales ganancias medibles derivadas de la liberalización entre las dos economías procederán de la caída de las barreras no arancelarias. De hecho, el arancel medio ponderado de los productos industriales se sitúa en torno a 2.8% en ambas regiones, con una tasa arancelaria un poco más alta en las importaciones de productos agrícolas, que están en 2.6% y 3.9% en EEUU y la UE, respectivamente.3
El efecto sobre el PIB de EEUU de un acuerdo de comercio parcial que solo abordara la eliminación de los aranceles en el sector servicios o en el aprovisionamiento, sería pequeño: 0.01 – 0.04%. Sin embargo, la implementación de un acuerdo de libre comercio global como el TTIP puede añadir hasta 0.4% al PIB de EEUU, aumentar las exportaciones de EEUU a la UE hasta 37% e incrementar el total de las exportaciones de EEUU hasta en 8%. Del mismo modo, se prevé que el TTIP añadirá hasta 0.5% al PIB de la UE, incrementará las exportaciones de la UE a EEUU hasta 28% y el total de las exportaciones de la UE hasta 6%.
En general, la mejora del bienestar social procederá de la intensificación del entorno competitivo para las empresas nacionales, lo que llevará a una bajada del precio medio que paga el consumidor nacional, así como a un incremento de la productividad laboral. Estas ganancias en la productividad laboral se explican por el cambio de la utilización de empresas de baja productividad a empresas de alta productividad y por el hecho de que las empresas con mayor productividad tienen mayores volúmenes de producción. En el caso de EEUU y la UE, las negociaciones bilaterales que aumentarán la competitividad darán como resultado en su mayoría una reducción de las barreras no arancelarias. Por tanto, las ganancias de la productividad y de los salarios reales son más pronunciadas cuando tanto los aranceles como las barreras no arancelarias se reducen al mínimo. El Instituto Ifo informa que la máxima ganancia de productividad laboral prevista en EEUU es 1.14%. Cabe destacar que se prevé que el cambio salarial de mano de obra menos cualificada a mano de obra más cualificada será similar. Al mismo tiempo, aunque se prevé que el TTIP creará miles de empleos nuevos en EEUU, en general el efecto sobre la tasa de desempleo tendrá poca importancia.
Efectos del TTIP en la industria
El sector manufacturero de EEUU que más se beneficiará del TTIP es el de los vehículos motorizados, que actualmente se enfrenta a aranceles de 8% en la UE (ponderado por el comercio) así como a elevadas barreras no arancelarias, seguido de los metales y la producción metalúrgica y de los productos químicos. La lista de beneficiarios del sector servicios la encabezan las finanzas, los seguros y los servicios empresariales, todos ellos se enfrentan a fuertes barreras no arancelarias. Las filiales de empresas estadounidenses que operan en Europa también se enfrentan a barreras no arancelarias relacionadas con la IED, donde el valor medio del índice IED NTB está cerca de 29. La reducción de esas barreras no arancelarias puede aumentar los puestos de trabajo y los ingresos de ambas economías.
Asimismo, las mayores ganancias derivadas del TTIP se materializarían si además de la eliminación de los aranceles existentes, el acuerdo logra la reducción de las barreras no arancelarias, cuyo recorte máximo previsto es 50%. Se supone que el impacto completo del acuerdo de comercio se concretará en 10 años. De hecho, se prevé que hasta 80% de los beneficios económicos del TTIP serían consecuencia de la reducción de los costos relacionados con la burocracia y las normas, junto con la liberalización del comercio en servicios y concursos públicos. Las empresas ven las barreras no arancelarias como un costo fijo de entrada al mercado. Aunque las empresas de mayor tamaño serían las más beneficiadas con el acuerdo de eliminación de aranceles, la reducción de las barreras no arancelarias también beneficiaría a las pequeñas y medianas empresas. Igualmente importante es observar que según se prevé el TTIP debilitaría la competitividad de las empresas pequeñas no exportadoras y menos eficientes.
Los 4 estados principales donde se espera una ganancia de los empleos creados por el TTIP son California, Texas, Nueva York y Florida. El estado que se prevé que se beneficiará más del crecimiento de las exportaciones es Carolina del Sur. Las ganancias de Texas procederán principalmente del incremento del volumen de exportaciones de productos químicos, vehículos de motor, maquinaria eléctrica y otros sectores manufactureros. En general, se prevé que el resultado de la implementación total del TTIP será un incremento de hasta 24% en las exportaciones de Texas a la UE. Se prevé asimismo que el mayor crecimiento del empleo de Texas debido al TTIP se producirá en los servicios empresariales.5 En 2012, la cuota de exportaciones de Texas a los estados miembros de la UE fue tan solo 0.02% de su Producto Estatal Bruto (PEB). Por consiguiente, el mayor impacto anual que se espera de la satisfactoria implementación del TTIP se sitúa en torno a un incremento de 0.01% del PEB.6
Conclusión
Aunque las negociaciones sobre el TTIP son bien recibidas, sería mejor estrategia un acuerdo de comercio global superior a los tratados de libre comercio regionales. Sin embargo, dada la ausencia de progreso a nivel global, el TTIP podría convertirse en una referencia para el comercio internacional con amplias repercusiones. En lo que respecta a EEUU y la UE, aunque los beneficios del TTIP se materializarán durante un largo periodo de tiempo, la reducción de las barreras no arancelarias podría traducirse en ganancias sustanciales para ambas regiones y para otros muchos países de todo el mundo.