Usted que ambiciona ser una self-made-man en el maravilloso y virtuoso mundo de las finanzas y los mercados, debería saber que un verdadero trader ni madruga ni se deja las pestañas en la pantalla, es más, se echa la siesta.
La labor de un trader consiste en tener una gran resistencia mental, fruto de un espíritu de sacrificio continuo por romper constantes barreras propias.
Sólo así, rompiendo con prejuicios, creencias y conceptos, uno consigue tener el suficiente juicio y rigor para plantearse y replantearse cualquier reto que implique análisis y poder salir airoso en el 75% de las ocasiones.
La lucha emocional contra nosotros mismos y descubrirnos para mejorar y crecer constantemente exige un ritual diario necesario para trabajar realidades y no emociones, trabajar verdades y no sueños, para saber perder y ganar, pero sobretodo saber que es y que representa el dinero para nosotros y para el mundo. Lograr entender para que sirve ganar dinero es vital para lograr perfectos equilibrios y armonías con uno mismo.
Un trader no es sólo un analista, es un lector, un viajero, un deportista, un compañero, un ocioso, un pensador, un crítico. En definitiva, un hombre completo hecho así mismo en continuo crecimiento metal, físico y espiritual.