El 7 de septiembre de 2021, los ojos del mundo se posaban sobre un pequeño país de Centroamérica, para muchos desconocido. El Salvador adoptaba a Bitcoin como moneda de curso legal y daba un paso histórico para la historia de las criptodivisas.
12 años después de la creación de Bitcoin por parte de Satoshi Nakamoto, el país presidido por Nayib Bukele decidió adoptar oficialmente al BTC y automáticamente encendió las alarmas de muchos, entre ellos, el Fondo Monetario Internacional.
Pero, aunque varios economistas y organismos de renombre se han esforzado por criticar fervientemente la decisión, cada vez más gobiernos empiezan a ver en Bitcoin una solución real a los problemas que los aquejan. Como mencioné anteriormente, el primer país del mundo ha tardado 12 años en adoptar a Bitcoin como moneda de curso legal, pero el segundo ha llegado sólo 9 meses después. Como dice la famosa frase de Ernest Hemingway «Gradually, then suddenly», que podríamos traducir como «Gradualmente, y luego abruptamente».
República Centroafricana: 2da. nación que enarbola las banderas del Bitcoin
Hace algunas semanas, la República Centroafricana, uno de los países más pobres del mundo anunciaba la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal. Un país que ha estado sometido a guerras constantes desde su independencia, en el año 1960, y donde la pobreza extrema alcanza a más del 70% de su población, tomó una decisión histórica para su futuro.
Por unanimidad, los diputados del país africano votaron a favor de adoptar a la primera criptomoneda de la historia como moneda de curso legal en su territorio. Para sorpresa de nadie, a las pocas horas de hacerse pública la noticia, el FMI instó al gobierno centroafricano a enderezar el curso y suprimir “el curso legal” de la criptomoneda. Pero el gobierno del país africano tiene sus propias razones para hacer caso omiso al pedido del FMI.
¿Por qué lo hicieron?
Sería fácil pensar que es simplemente una estrategia para posicionar a este remoto y olvidado país en las principales portadas de los periódicos y medios de comunicación de todo el mundo. Esto les permitiría atraer nuevas inversiones bajo la apariencia de un país renovado y a la vanguardia de las nuevas tecnologías.
Pero las razones que esconden esta decisión son mucho más profundas que las hipótesis que a simple vista podemos elucubrar. La realidad es que ni siquiera una gran campaña de atracción de inversores podría seducir a inversores en masa ya que este país, donde la renta per cápita anual apenas alcanza los 500 dólares, presenta graves problemas de estabilidad y no cuenta con un marco institucional que desprenda la confianza suficiente.
Buscan crear una red de pagos
La República Centroafricana es un país con muy bajo nivel de bancarización y donde la mayor parte de la población no utiliza tarjetas, sino que el efectivo es el método predilecto para realizar cobros y pagos. La falta de confianza en las instituciones bancarias hace que las personas huyan de este tipo de sistemas y, en sentido opuesto, la falta de confianza en el gobierno hace que los bancos no quieran desplegarse en el país.
Bitcoin e incluso Lightning Network, pueden ser una solución a esta problemática y servir como red de pagos digitales, ya que no necesitan de la confianza de nadie. Esto daría nacimiento a un nuevo método de intercambio que pueda convivir con el dinero en efectivo y ofrecer las ventajas que éste no puede otorgar.
Pero no todo son buenas noticias, ya que apenas el 14% de los centroafricanos accede a servicios de internet y, peor aún, sólo el 15% tiene acceso a electricidad de manera estable.
El único dato alentador es que, al menos, la mitad de la población posee móvil lo que haría un poco más simple una adopción masiva pensando en el mediano/largo plazo.
Buscan independencia
Por otro lado, se vislumbra otra poderosa razón detrás de esta histórica decisión del gobierno centroafricano que estaría ligada a intenciones políticas.
La República Centroafricana comparte su moneda (el franco CFA) con otros 5 países africanos (Camerún, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial y Gabón) y el objetivo de la misma es mantener un tipo de cambio estable con el euro.
Pero, ¿cómo logran mantener ese cambio relativamente estable? A través del tesoro francés. El tesoro, convierte los francos CFA de estos países a euros. Pero a cambio, se les exige que la mitad de las reservas extranjeras de los bancos centrales de estos países tienen que estar invertidas en deuda pública francesa.
En pocas palabras, el gobierno francés les otorga estabilidad en sus monedas a cambio de financiación. Aquí es donde Bitcoin podría significar un avance enorme hacia una independencia monetaria, funcionando como depósito de valor alternativo e inconfiscable frente al sistema de dependencia actual.
¿Se unirán más países?
La adopción de Bitcoin no sólo se ve reflejada en el incremento en la cantidad de usuarios que ingresan al ecosistema, sino que también, cada vez más gobiernos se están interesando por sus beneficios y virtudes.
Países como Portugal, Panamá, Alemania, México o Cuba, entre otros, también han dejado entrever intenciones positivas al abordar temáticas en torno a la legalidad y regulación de los criptoactivos.
El lunes pasado, entre 32 bancos centrales y 12 autoridades financieras de 44 países del mundo se reunieron en El Salvador para discutir el despliegue de Bitcoin y sus beneficios en El Salvador, así como inclusión financiera y economía digital.
Como veis, sobran motivos para evitar ser aturdido por el canto de las sirenas que sólo hablan de la suba o la baja del precio de Bitcoin y seguir abrazando las razones que fundamentaron y fundamentan su valor.