Los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer con significativos avances en una sesión que fue de menos a más, y en la que el precio del crudo fue protagonista al repuntar nuevamente más del 3% durante la jornada.
Así, y en los prolegómenos de un congreso sobre el sector del petróleo que se está celebrando en Estambul (Turquía), el ministro del ramo de Arabia Saudita, al-Falih, se mostró esperanzado en alcanzar un acuerdo para la reducción de la producción de crudo a finales de noviembre. Además, dijo que, si éste se lograba, no descartaba un repunte adicional del precio de esta materia prima del 20%, hasta los 60 por barril dólar.
Además, en la misma reunión, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que su país estaba preparado para unirse a la propuesta de la OPEP de reducir la producción de petróleo. Así, todo parece indicar que los dos mayores exportadores de petróleo del mundo están por la labor de reducir la producción de petróleo en aras de lograr alcanzar el equilibrio entre oferta y demanda para, de esta forma, impulsar los precios al alza.
Está por ver cuál es la reacción de los frackers norteamericanos si el precio del crudo sigue subiendo. De momento el número de torres de perforación subió la semana pasada nuevamente, situándose en sus niveles máximos multimensuales.
El nuevo incremento del precio del crudo sirvió para impulsar al alza a los valores de las grandes petroleras así como a los de las compañías que dan servicio al sector, como es el caso de las ingenierías y de las compañías fabricantes de tubos.
Pero no sólo el crudo fue ayer protagonista. Un día más los inversores siguieron de cerca el comportamiento de las acciones del Deutsche Bank (DE:DBKGn), las cuales iniciaron la jornada a la baja – llegaron a ceder el 3,7%- tras conocerse que los gestores de la entidad no habían logrado alcanzar un acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense sobre el importe de la multa que éste quiere imponer a la entidad alemana.
Sin embargo, unas declaraciones del ministro de Finanzas austriaco, Hans Schelling, afirmando que creía que los problemas del Deutsche Bank podrían ser resueltos sin daños colaterales, provocó un brusco giro al alza de las acciones del banco, que cerraron la jornada con un avance superior al 3%. El sector bancario europeo, penalizado por la mañana por la caída de las acciones del banco alemán, también giró al alza, aunque sin la fuerza con la que lo hicieron las acciones del Deutsche Bank.
Por lo demás, señalar que en el mercado de bonos siguió pesando el miedo de los inversores a que los bancos centrales comiencen “la marcha atrás” de sus políticas de expansión monetaria antes de lo esperado, lo que se dejó notar en el comportamiento del bund alemán, cuya rentabilidad siguió subiendo, cerrando el día en el 0,05%, lejos ya de las rentabilidades negativas que mostraba hasta hace unas sesiones.
Igualmente, y aunque cerraron la jornada en positivo como casi todos los sectores de las bolsas europeas, los valores de corte defensivo, que ofrecen elevadas rentabilidades por dividendo, volvieron a comportarse peor que el conjunto del mercado. Seguimos pensando que este tipo de valores, de seguir siendo castigados por los inversores en el corto plazo, pueden representar una buena oportunidad de inversión ya que en el escenario que manejamos los tipos de interés seguirán a niveles históricamente bajos por mucho tiempo.
En Wall Street, por su parte, los inversores “celebraron” con alzas el hecho de que la carrera por la presidencia de EE.UU. parece estar ahora claramente a favor de la candidata demócrata, Hillary Clinton. Como hemos repetido ya en numerosas ocasiones, no es que la candidata tenga el favor de los mercados financieros estadounidenses, que no lo tiene, sino que a diferencia del candidato republicano, sus políticas son, en principio, más predecibles y estables, algo que valoran los inversores.
Además, los principales índices de este mercado se vieron impulsados al alza por el buen comportamiento de los valores del sector del crudo, por los mismos motivos que llevaron a éstos a ser los que mejor se comportaron en las bolsas europeas.
Por último, y en lo que hace referencia a la sesión de hoy, señalar que esperamos un inicio de la misma en Europa plano o ligeramente a la baja, ya que algunos inversores aprovecharán las alzas de ayer de muchos valores para reducir posiciones. No obstante, y si los índices ZEW alemanes, que miden el sentimiento que los grandes inversores y analistas tienen sobre el comportamiento de la economía de Alemania, suben en octubre como espera el consenso (ver estimaciones en cuadro adjunto), es factible que los índices europeos retomen la senda alcista.
Además, el precio del crudo y la libra esterlina seguirán siendo referencias a seguir en una sesión en la que se iniciará en Wall Street de forma oficiosa la temporada de presentación de resultados correspondientes al tercer trimestre de 2016 con las cifras de la multinacional estadounidense, fabricante de aluminio, cifras que se darán a conocer con las bolsas estadounidenses ya cerradas.
A partir de ahora los resultados empresariales serán un nuevo e importante foco de atención para unos inversores que esperan ver en ellos síntomas de que han comenzado a recuperarse tras varios trimestres de caídas interanuales recurrentes.