Aunque el mes de septiembre arrancó en Wall Street con un tono festivo y muy poco volumen, una vez que los inversores han vuelto a la rutina tras el festivo, la atención se centró en la reunión del Banco Central Europeo (BCE) y la sorprendente rebaja de los tipos de interés a mínimos históricos, además de la puesta en marcha de un programa de compra de deuda para reactivar los préstamos bancarios.
Una semana más tarde, los datos peores de los esperado del informe de empleo en Estados Unidos en agosto daba mucha más esperanza a la reunión de política monetaria de Fed del próximo miércoles, al reforzar la idea de que la Reserva Federal moverá los tipos de referencia hasta el tercer trimestre de 2015.
No obstante, como nos estamos aproximando al mes de octubre, el noveno mes del año marcará el fin de la compra de bonos, lo que se traducirá en el adiós al dinero barato en el que tanto se ha apoyado el mercado en los últimos 5 años.
En Wall Street parece haber resurgido el miedo sobre un posible cambio en la dirección de la política monetaria de la Fed, aunque el Libro Beige dejará claro que el ritmo de expansión económica sigue siendo “moderado”.
Las dudas en torno a ello se despejarán el 17 de septiembre tras la conferencia de prensa de Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal. Otras claves de la semana serán la inflación, medida a través de los precios al productor y al consumidor, para los que se esperan variaciones del 0,1% y 0%, respectivamente, en el mes de agosto.
También el miércoles habrá que seguir la balanza por cuenta corriente, la balanza de pagos, del segundo trimestre, cuyo déficit se prevé que se sitúe en 96.800 millones de dólares.
Dentro del sector industrial, el índice Empire de Nueva York abrirá la agenda macroeconómica el lunes, con una lectura anticipada en septiembre de 12 puntos, lo que supone cerca de 3 puntos menos que el dato registrado en agosto, seguido por el informe de la producción industrial, con un aumento anticipado del 0,3% en agosto, y el jueves, por el índice de la Fed de Filadelfia, que en septiembre posiblemente ofrezca una pequeña caída de 1,3 puntos a 28 puntos.
La tendencia positiva seguida por el sector inmobiliario de EE.UU., tanto residencial y no residencial, durante la primera mitad del año, podría ponerse en duda si se cumple la previsión de los analista en lo que respecta al inicio de construcción de nuevas obras, que se espera que se sitúe en 1,03 millones de unidades en agosto, tras avanzar hasta 1,09 millón en julio.
El repunte de los tipos de interés, la escasez en la oferta de propiedades y el aumento de los precios son factores de riesgo importantes para el mercado inmobiliario, al dejar un gran número de viviendas fuera del alcance de la mano de potenciales compradores.
Otro referente a seguir respecto a la demanda de viviendas es el índice de confianza que elabora la Asociación Nacional de Constructores, anticipado en septiembre en 48,3 puntos.
El viernes podría ser una sesión bastante movida para el mercado ya que unas horas después de la publicación del índice de indicadores de agosto, viviremos la llamada cuádruple hora bruja, es decir, el vencimiento trimestral de derivados que se produce cuatro veces al año, que trae consigo un incremento de la volatilidad y el volumen.