De acuerdo con el Stock Trader Almanac, la “Biblia” para los que siguen los movimientos estacionales del mercado, septiembre se sitúa en la primera posición entre los meses con peor rendimiento para el Dow Jones y el S&P 500, remontándonos a 1950, así como para el Nasdaq 100 desde 1971
No obstante, aunque a veces resulte útil conocer las pautas que sigue el mercado de valores, no deberíamos tomarnos al pie de la letra en ningún caso.
Si los inversores, atendiendo al refrán del mercado que aconseja “vender en mayo y salir corriendo”, se hubieran desprendido de sus carteras a finales del mes de abril, habrían perdido la oportunidad de acumular un beneficio del 6,4%, ya que solo en el mes de agosto, los índices de Wall Street acumularon unas ganancias del 3,6%, y aún no ha terminado el verano.
Aunque el actual conflicto geopolítico, especialmente en Europa con Rusia y Ucrania al frente, continúe preocupando al mercado por el potencial lastre económico que pueda tener, otros factores, como los cambios en las políticas monetarias de los principales bancos centrales del mundo, tienen la atención de Wall Street, junto con el crecimiento, puesto en duda ante la debilidad mostrada por los datos de las nóminas no agrícolas del mes de agosto.
En lo que respecta al crecimiento, no hay nada más indicativo en Estados Unidos, excepto el informe del PIB, que las ventas minoristas, referencia clave para medir el estado del mercado de consumo, motor de la primera economía del mundo.
En este sentido, el consenso del mercado espera un avance del 0,5% en las ventas al por menor, lo que contrastaría con la inmovilidad de julio que mostró la pérdida de impulso económico al comienzo del tercer trimestre.
Las ventas minoristas en tasa anualizada alcanzarían un 4,5%, en caso de confirmase este avance.
Por su parte, el índice de sentimiento de los consumidores que elabora la Universidad de Michigan perderá fuerza en septiembre al bajar siete décimas hasta 81,2 enteros.
Del mismo modo, para el crédito al consumo que publica la Fed y con el que abrirá la agenda económica el lunes, los expertos esperan un repunte hacia los 17.000 millones de dólares, el más bajo en cinco meses por un menor incremento del uso de las tarjetas de crédito por parte de los consumidores.
Otras dos referencias que confirmarían que el crecimiento está tocando suelo firme son los inventarios empresariales, con un repunte esperado del 0,5% en el mes de julio, y los inventarios mayoristas, que en caso de avanzar al 1% previsto por Wall Street indicarían un ritmo de reabastecimiento que daría impulso al tercer trimestre.
Para garantizar el ajuste del desequilibrio de las cuentas públicas que anticipa la Oficina de Presupuestos del Congreso a final del año fiscal que comenzó en octubre de 2013, el déficit presupuestario tendría que reducirse en agosto hasta los 79.800 millones de dólares, es decir, un 16% menos que el mes anterior.
Se trataría del menor déficit interanual desde el inicio de la recesión en 2008.
Por último, los precios de importación mostrarán una caída marginal en agosto del 0,2% apoyados en la bajada del precio del petróleo a ambos lados del Atlántico.