La balanza comercial de Nueva Zelanda sorprendió al alza en julio, ya que se elevó a NZ$ 85 millones, mientras que los economistas esperaban un déficit de NZ$ 200. Esta es la primera vez desde 2012 que el país reporta un superávit comercial para el mes de julio. La buena noticia llegó luego de un aumento inesperado de las exportaciones de productos lácteos, que saltó un 51 % hasta NZ$ 1,27 mil millones. En general, las exportaciones aumentaron un 17 % interanual o NZ$ 668 millones, para llegar a NZ$ 4,63 mil millones. Las importaciones subieron NZ$ 232 millones (+5,4 % interanual) en medio de un fuerte aumento en las importaciones de vehículos, partes y accesorios (+15 % interanual).
El inesperado aumentado en las exportaciones es particularmente sorprendente, ya que el Kiwi ha estado apreciándose sustancialmente desde el principio y alcanzó 0.7558 al final de julio, su nivel más alto frente al dólar desde mayo de 2015.
En el mercado de divisas, la falta de reacción de los operadores mostró que el repunte que envió al NZD/USD hasta 0.72 no fue impulsado por la evolución económica local, sino más bien por el apetito de los inversores por rendimientos más altos. De hecho, tanto el Kiwi como el Aussie estuvieron en alza durante los meses de verano, cuando la Reserva Federal prolongaba el suspenso sobre el futuro de su política monetaria.
Durante las últimas tres semanas, el NZD/USD ha quebrado varios soportes y actualmente está probando el nivel clave en 0.7188 (Fibonacci del 50 % por el repunte de mayo a julio). Si se quiebra el siguiente soporte, situado en 0.71 (Fibo del 61,8 % y nivel psicológico) estando en alza, una resistencia se encuentra alrededor de 0.7330 (promedio móvil de 50 periodos). Seguimos con una postura bajista acerca del Kiwi y el Aussie, ya que esperamos que los inversores comiencen lentamente a recargar posiciones largas en USD a la espera de la reunión de septiembre del FOMC.